Regreso al futuro parte 2.
Por Carlos Bayón.
Parece ser que el espíritu ochentero ha anidado de nuevo en Europa, y si gente como The New Roses o Nitrate nos han dejado dos grandes obras de difícil superación, aquí llegan ahora estos suizos apadrinados por el teclista de H.E.A.T, Jona Tee, que aparte de ayudarles en los teclados también les ha producido su primer disco de nombre Fighter.
Todo aquí es un revival y auténtico canto de amor a una época dorada que muchos tenemos todavía muy presente, en este ejercicio de auténtico revisionismo ochentero, donde viajamos desde los primeros discos de Bon Jovi pasando por Robert Tepper o cualquiera de los grandes hits que inundaban las películas.
Desde la inicial “Dangerous” ya sabemos por donde van a ir los tiros, aquí no hay engaño que valga, estos chicos saben lo que se traen entre manos, y por extraño que parezca, homenajean una época que ellos, o eran muy pequeños, o ni siquiera habían nacido, lo cual tiene más mérito todavía al ir un poco contracorriente.
Me da la impresión que este revisionismo está hecho desde el más absoluto respeto a unas bandas y a un sonido que ahora intenta salir del pozo en el que estuvo metido a mediados de los 90 y primera década del 2000, y que ahora gracias al empuje de nuevas bandas, sobre todo europeas, está viviendo un nuevo auge más a nivel alternativo y residual que a nivel global y comercial.
“Dangerous” es pegadiza y adictiva, te pone en situación ya desde el principio, estribillo machacón y pegadizo como tiene que ser, y con un parecido más que razonable a H.E.A.T en los teclados, ya desde este momento que hayas dado al play no habrá vuelta atrás, y creerás viajar en el Delorean al lugar donde quedaron los sueños ochenteros de tantos adolescentes que ahora peinan canas.
El baile continúa con la danzarina “Frontline”, que parece sacada de la banda sonora de Footloose o Flashdance, no da respiro, con unos teclados adictivos y unas guitarras que en ciertos momentos nos recordarán a unos Bon Jovi primigenios.
“Heat of the City” es puro Bon Jovi del 7800º Fahrenheit o de temas como “Without Love”. La canción se apoya en unos majestuosos teclados y unas preciosistas guitarras que dejan el listón de calidad muy alto.
“Fighter” se pone un poco más seria, con unos teclados y un ritmo que parece una versión apócrifa del “Hardest Part of the Night”, así que ya nos podemos hacer una idea de por dónde va, el tema muestra un sentimiento en la melodía y en la parte vocal que le otorga cierto dramatismo que le da su punto a la canción.
“Can’t Sop the Rock” es lo que dice el título, tema simploncete, que no malo ni mucho menos, con una gran base de teclados, un buen trabajo de coros y un estribillo machacón.
En “There She Goes” la cosa se pone romántica, con una letra un poco pesimista y triste, buena power ballad rozando el A.O.R para uno de los temas más tranquilos de todo el álbum.
En “Headlines” hay que volver a ponerse la licra y los calentadores al ritmo de unos metales que, desgraciadamente para mí, se pusieron muy de moda en gran parte de los grupos A.O.R para darle una supuesta calidad a los temas. Aquí no desentonan, ya que llevan prácticamente el peso de la canción, cuando termina estás hasta cansado, porque la canción va a toda velocidad, para hacer gimnasia es ideal.
Aires a Whitesnake o Deep Purple en la marchosa y rockera, a lomos del Hammond y de una machacona batería, en “Looking for Action”, que en algunas partes de guitarra recordará también a Van Halen. Tema rockero de los de toda la vida, que te hará mover los pies sin parar, aunque un pelín típico.
La mano de Jona Tee se nota en temas como “City of Sinners” o “Into The Night”, en los que suenan a H.E.A.T descaradamente, pero eso no le resta nada de calidad al global del álbum, aunque sí pueden parecer descartes de los suecos, teniendo la última cierto toque discotequero que le va muy bien a la canción.
La acústica “Save Your for Me” que, como muchas, acaba teniendo su parecido al “Every Rose Has Its Thorn”, aunque los precioso coros góspel y la ternura de la canción la dan un punto muy original y bonito a la canción.
Para cerrar el disco tenemos el típico y tópico tema rockero vacilón, que a mí me ha sonado mucho al “Rev it Up” de Vixen, no está mal para cerrar una de las grandes sorpresas de este 2019 que ya se acaba, y que espero que siga con esta calidad en 2020, y que estas bandas jóvenes sigan sin complejos recordando a sus héroes añejos. Yo ya les he dado la oportunidad y no me han defraudado, más bien todo lo contario, y se han convertido en unos asiduos de mi reproductor.
Si quieres melodías, teclados, estribillos pegadizos que se enganchan a tu cerebro y no dejas de cantarlos, y que además te harán desempolvar esos viejos vinilos, ya seguro un poco olvidados, con estos jóvenes suizos querrás hasta volver a ver esas películas que tanto te emocionaban en la adolescencia. “Hurry up The Goonies”.
FIGHTER V:
DAVE NIEDERBERGER: Voz
MARCO TROXLER: Guitarra
LUCA TROXLER: Bajo
LUCIEN EGLOFF: Batería
FELIX COMMERELL: Teclados
