¿Oportunismo o sinceridad?
Por Carlos Bayón.
No sé si debido al éxito de bandas como Greta Van Fleet o The Struts, con sonidos clásicos y aires a Led Zeppelin, esté surgiendo en los Estados Unidos un movimiento revival de bandas muy jóvenes influenciados por bandas old school, pero Dirty Honey son una nueva referencia a tener en cuenta para cuando decidan editar un álbum completo, si consiguen mantener este status de calidad en, por lo menos cinco canciones más. De momento, centrémonos en este su primer Ep o mini Lp, como prefiramos.
La voz de Marc LaBelle, un híbrido de Robert Plant y Chris Robinson de The Black Crowes, con ciertas armonías y juegos vocales del mejor Axl Rose, en canciones como “Rolling 7s”, marca la pauta completamente en este EP junto con las guitarras sucias de John Notto, que evidentemente beben de los riffs de Led Zeppelin, pero que también suenan al Richie Kotzen de The Winnery Dogs.
Es cierto que a este tipo de bandas les falta algo de personalidad al igual que a sus contemporáneos arriba citados, pero aunque estén clarísimas sus influencias no por ello deja de tener mérito lo que hacen, hasta copiar es difícil y si encima lo haces mal quedas lo suficientemente marcado como para que la gente no se tome en serio tu propuesta.
Donde se notan más claramente esas influencias Zeppelin es en la canción que abre el Ep, “When I’m Gone”; riffs acelerados y una voz a lo Robert Plant que destaca por encima del conjunto, con unas guitarras que hacen que por un momento te olvides que estás en 2019 y no en 1969.
No sé en qué medida es oportunismo de subirse a un tren en marcha o de verdad amor por ese sonido de raíces blues aceleradas, al que se enfrentan sin complejos y sin pretensiones en canciones como “Rolling 7s”, donde aparte de a Axl Rose también podemos escuchar referencias a unos no siempre reivindicados Salty Dog, en una canción con un groove de guitarra muy funky.
Los rangos vocales de Marc se transmutan en Chris Cornell, nada extraño si tenemos en cuenta que Robert Plant siempre fue una gran influencia en la forma de cantar del malogrado cantante de Soundgarden, en “Heartbreak”, de ritmo cadencioso que se vuelve vibrante en el estribillo con un gran trabajo de guitarra. John Notto está inconmensurable, aunque su trabajo quede un poco solapado por la voz, pero sus distintos solos y riffs en cada canción hacen que no caigamos en la sensación de estar escuchando las mismas canciones y en el aburrimiento.
La por momentos tranquila “Down The Road”, con un parecido bastante razonable a “With a Little Help From My Friends” en la versión de Joe Cocker pasados por la batidora de unos The Black Crowes, es la antesala a “Scars”, la canción que cierra el Ep y que quizá es la que tiene el sonido más “personal”, aunque todo el tiempo con ese aire old school y que podría pasar también por una de Greta Van Fleet.
Buena presentación en sociedad de esta joven banda a la espera de lo que puedan ser capaces de demostrar en un disco completo. y que gustará a los fans del sonido más clásico y a los que consigan olvidarse por un momento que no están ante unos clones de Led Zeppelin o The Black Crowes, sino ante una banda que debe saber encontrar su identidad sin que acaben siendo una repetición continua de sonidos ya escuchados. Si consiguen encontrar ese punto medio estamos ante una propuesta bastante interesante, y quizá una idea de por dónde pueden ir los tiros por el rock USA, y que por una cuestión de mimetismo acabe llegando a Europa, aunque a España lo dudo bastante, aquí estos sonidos tan clasicotes y americanos no suelen tener cabida, aparte de que tampoco hay una corriente y unos medios para que cualquier tipo de rock cale en nuestro país.
DIRTY HONEY:
MARC LABELLE: Voz
JOHN NOTTO: Guitarra
JUSTIN SMOLIAN: Bajo
COREY COVERSTONE: Batería
