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TYKETTO «Reach» (Frontiers Music, 2016)

TYKETTO «Reach» (Frontiers Music, 2016)

Hard rock repleto de madurez, evolución, honestidad y supremo buen gusto.

Por Javi Segura Ruiz.

 

Son ya nada menos que 30 los años que han pasado desde que las magníficas cuerdas vocales de Danny Vaughn se dieran a conocer con aquel “Save Your Prayers” de Waysted en 1986; pese a que en todo este tiempo hemos tenido la gran fortuna de seguir gozando con asiduidad de su presencia en innumerables bandas y álbumes en solitario, no deja de ser curioso que este “Reach” tan sólo sea la quinta obra de estudio de su principal banda desde que en aquel también lejano 1991 se diera a conocer con el clásico “Don’t Come Easy” de los neoyorquinos Tyketto.

Aparte de Danny, tan sólo la batería de Michael Clayton Arbeeny persiste después de estos 25 años, pues a día de hoy la formación está compuesta por el bajo del experimentado Chris Childs, (Thunder), los teclados de Ged Rylands, (Rage of Angels, ex Ten y habitual desde hace años en los directos del grupo) y el gran Brooke St. James ha sido sustituido por otro magnífico hacha, Chris Green, quien ya dió muestras de su talento y pasión a las seis cuerdas en Furyon, Rubicon Cross y Pride.

Frío, bastante frío me había dejado la primera escucha de “Reach”; cuando una nueva obra de alguna de mis bandas favoritas me provoca sensaciones poco satisfactorias tengo la manía, necesidad imperiosa, (llámese como más guste), de pegarle un repaso a toda su anterior discografía; realmente no se qué busco o intento alcanzar con ello, pero me entra una especie de ansiedad de, por ejemplo en este caso, sumergirme en himnos como “Forever Young” o “Wings”, retorcerme de gusto con el solo de “Rescue Me”, el riff de “Faithless” o saborear de lo lindo el magnífico aunque menospreciado por muchos “Shine”, con un Brooke St. James descomunal y una producción de auténtico lujo; tras ello, retomamos la audición de “Reach” buscando nuevas perspectivas…

Con una poderosa intro que desemboca en una guitarra marca de la casa, nos proponen con el tema homónimo un corte que suena elegante, trabajado y con una estructura melódica que finalmente convence y atrapa, aunque quizás eche en falta más garra como apertura de la obra… aun así, lo considero muy buen tema.

Pisamos el acelerador con el trepidante riff que inicia “Big Money” que me ha recordado a los rockeros ingleses Fahran; estribillo muy americano con esos poderosos y característicos coros que preceden una pausada estrofa y el primero de los explosivos solos de Chris Green.

Lejos de bajar las revoluciones, “Kick Like a Mule” sólo hace que aumentarlas más todavía; la aplastante batería y las guitarras rítmicas casi metaleras por momentos son las principales “culpables” de ello.

Tomamos un pequeño respiro con “Circle the Wagons” y esas guitarras iniciales y voz de Vaughn que recuerdan a algunos temas lentos de Dream Theater, (“Take Away my Pain” me viene de inmediato a la cabeza); precioso tema con ese toque añejo que le confiere los Hammond y teclados a modo de coros del estribillo; mi favorito de los tres más relajados que vamos a escuchar.

Sin duda alguna, “I Need It Now” enganchará de inmediato a los que añoran la época de “Don’t Come Easy” con esa guitarra inicial similar a la de “Reach” y su desarrollo melódico, pero potente y comercial; la parte vocal posterior al solo me hace rememorar el soberbio “Blues for Daze” que en 1997 Danny grabó con Al Pitrelli y Mark Mangold… Un tema adictivo sin duda alguna.

¡Menudo comienzo nos espera con “Tearing Down the Sky”! Potente riff que recuerda de nuevo las guitarras de St. James en sus dos primeras obras; quizás el estribillo no me resulte tan acertado como en otros temas, pero el resto de estrofas, las guitarras rítmicas y el excelente y pasional solo de Green minimizan notablemente esa personal percepción del mismo.

No podía faltar la típica balada semi acústica tradicional en la banda; aquí la tenemos con “Letting Go”, un tema que va ganando en intensidad conforme avanza y aparece la sección rítmica, los cuidados coros y las eléctricas de Green, que ni tan siquiera en un tema de esta índole puede estar tranquilo el hombre y acaba apareciendo para dejar su gran imprenta.

Atención a los tres siguientes temas, pues los considero de órdago y mis favoritos de esta obra:
“The Fastest Man Alive” es un trallazo de estupendo hard rock con esa apisonadora de riff y quizás el tema que más me recuerda a la época de “Strenght in Numbers”; sumerge en la coktelera el ritmo bailable y vacilón de “Ain´t That Love”, los riffs de “Rescue Me” y la batería machacona de “Meet Me in the Night” y puede que te salga como sabor este colosal tema adornado de nuevo por la explosividad de Green; y la voz de Danny… ¡Madre mía la voz de Danny! Mejor me remito al final de la reseña para no ser cansino… ¡una gozada de canción!

Comienzo pausado con aire sureño en “Remember my Name” que acaba desembocando en un ritmo pesado que mueve toda la canción y unas fantásticas estrofas vacilonas de Vaughn acompañadas de fondo por un espectacular riff que recuerda poderosamente a Luke Morley; y es que esta canción suena muy mucho a Thunder, (¡en el estribillo parece que el gran Vaughn mute por momentos en el monstruo Bowes!). ¡Fantástico temazo!

Para completar mi particular tríada, “Sparks Will Fly” arranca con un soberbio riff hard / funky que mantiene en todo su minutaje y que me hizo prestar toda mi atención al instante; formidable Chris Childs al bajo, soberbias las estrofas de Vaughn así como todos los arreglos de Green, el cuál se marca un final de traca que parece rememorar aquel otro inmenso en “Rawthigh” de St. James en “Shine”. ¡Espectacular!

Tras el inicio a modo de balada, “Scream” acaba derivando en un mid tempo melódico típico de la banda donde Vaughn y Green siguen campando a sus anchas; otro buen tema aunque quizás algo largo en su duración.

El logrado inicio acústico en “The Run” parece ser el epílogo tranquilo de la obra, pero… ¡ojito! …la cabalgante batería y la voz cada vez más enrabietada de Mr Vaughn hacen presagiar que esto va a cambiar; ¡y es que el bueno de Chris Green no se iba a ir así como si nada después de lo que nos ha ofrecido hasta ahora! Ahí aparecen sus fantásticas eléctricas llenándolo todo a modo de riffs, solos, arreglos mientras camina la voz de Danny; ¡menuda joyita como colofón a este magnífico álbum!

Un trabajo así se merece dedicar algo de espacio a cada uno de sus músicos; poco se suele hablar del trabajo de un bajista, (el cuál en muchos casos pasa inmerecidamente desapercibido), pero hay que reconocer que Chris Childs ha dejado su imprenta de manera intachable; no es que realice un trabajo a lo Billy Sheehan, (ni tampoco es que sea su intención), pero su sonido queda palpable en todos los temas, siendo el complemento perfecto a las baterías de Michael Clayton, (el cual también ha estado sensacional, completando su mejor trabajo hasta la fecha); tampoco cabe duda que Mr Childs ha tenido un peso específico más que importante en la composición y sonido de los nuevos temas.

Ged Rylands tiene un papel secundario, pese a que el inicio del álbum hacía presagiar lo contrario, pero aparece cuando se le necesita aportando su granito de arena; y es que en un disco de estas características es natural que los teclados no alcancen un notable protagonismo.

Chris Green, como ya podíamos intuir los que lo conocíamos en alguna de sus anteriores bandas, nos ha hecho olvidar la no presencia de St. James, (realmente son dos guitarristas bastante similares en estilo, técnica, pasión y explosividad), pero reconozco que ha sobrepasado de largo mis mejores expectativas; destaco principalmente su trabajo con las rítmicas, tanto en todo lo que se refiere a riffs como arreglos y detalles en todas las canciones, ¡excelso de principio a fin!

¡Y qué decir de Danny Vaughn! No he hablado de él hasta el momento porque hubiera sido repetir lo mismo canción tras canción… ¡pletórico, inmenso! …o sea, ni más ni menos a lo que nos tiene acostumbrados desde siempre; está claro que para su voz no pasan los años, y si lo hacen no es más que para seguir enriqueciéndola y potenciando su calidad… ¡qué grande es este tío!

Para rematar la faena, la impoluta producción no hace más que resaltar el trabajo de todos y cada uno de los músicos… ¡todo un lujo!

Con motivo de su 25 aniversario, en vez de las típicas y oportunistas reediciones , Tyketto nos ofrece “Reach”, un auténtico discazo de hard rock, de hard rock del grande y que suena a Tyketto al cien por cien, pero a Tyketto de 2016, con la inclusión de sus nuevos y formidables músicos que han ayudado de manera más que notable a enriquecer y hacer evolucionar el sonido de las nuevas composiciones, otorgando a las mismas una frescura y alma propias; es de ese tipo de discos que me encanta definir como “creíbles”, pues suena honesto y fiel a sí mismo de principio a fin, es de ese tipo de discos que me transmite y hace sentir e intuir “¡qué bien se lo deben haber pasado estos tipos mientras lo grababan!”, pues desprende una autenticidad admirable…

Imprescindible y de lo mejor de este 2016.

 

reachTYKETTO:
DANNY VAUGHN: Cantante
MICHAEL CLAYTON ARBEENY: Batería, percusión, coros
GED RYLANDS: Teclados, coros
CHRIS GREEN: Guitarra, coros
CHRIS CHILDS: Bajo, coros

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5 Comentarios

  1. Imagen de perfil de Joserra

    Me tiembla la mano para pedir inmediatamente el disco, Javi. Felicidades por la reseña. Después de escuchar «Scream» ya tenía ganas de escuchar el disco, pero tras tus comentarios me ha entrado ansiedad.

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  2. Imagen de perfil de starbreaker

    ¡Gracias Joserra!…vas a disfrutarlo de lo lindo, especialmente en tu caso la joyita «Remember my Name» por lo que comento en la reseña…un saludo.

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  3. Si, Remember my name parece un buen tema de Thunder. Gracias por la reseña Javi. Supongo que esa frialdad de tu escucha inicial habrá tenido alguna razón. Ya sé que hay discos que crecen con las escuchas pero otros también se cuelan por la fuerza de la costumbre. Simplemente necesitamos » que nos guste» y al final encontramos petróleo donde parecía que sólo había roca. Hablo en términos generales, no me refiero a este trabajo en concreto. Yo tengo mis serias dudas sobre este disco, y leyendo por ahí tampoco nadie me aclara nada. O gusta mucho por su potencia sonora y frescura, o negamos la mayor porque han perdido la melodía ( claro que esto viene dado por los aoreros más enfermizos de su sonido, que si no encuentran la canción que ellos buscan ni siquiera se fijan en lo que suena). Hay algo que me confunde, y puede ser por el cambio tan importante de formación, pero Tyketto era una banda con sonido propio, y yo no llamaría evolución o experimentación a nuevas vías a este trabajo. Más bien hay muchos padres y demasiadas madres. Hay una indefinición evidente y eso les hace perder parte de su esencia. Ahora suenan como muchos. Y que lo hagan bien, a mi juicio, no es algo positivo, sino forma parte de un problema. Ojo, y no estoy diciendo que el disco no tenga buenos temas, sino que esos temas pierden el código de marca. El hecho de que Danny siga diseñando con su voz el diario de ruta de las canciones no nos puede hacer ignorar que la marca Tyketto casi ha desaparecido. Un par de temas, a lo sumo, hacen que te recuerden a ese sonido sofisticado y reconocido que les dio la «gloria». Yo escucho el disco y me gusta, suena potente, tiene un sonido orgánico, aunque la batería no me convence demasiado, pero al menos no suena todo condensado. Pero siendo un disco potente instrumentalmente no me llena vocalmente. Mezclar riffs blueseros con voces de giros aoreros difama la música , no encuentra su contexto. El hard rock necesita fuerza vocal, pura adrenalina, que se sienta la electricidad. Y aquí se mezclan elementos antagónicos hasta generar más nubes que claros. ¿Un riff de corte bluesero y hago una parada vocal con teclados para desembocar en un riff más melódico, y el estribillo se convierte en algo anodino que no satisface ni a melódicos ni a hard rockeros? Por eso Javi, a lo mejor, la primera vez te dejó frío. No escuchaste lo que esperabas. Y luego, simplemente, intuyo que te has adaptado al proceso. Proceso que creo, sinceramente, que la mezcla no es la adecuada. En el próximo disco veremos el resultado real. Lo que si es una realidad es que ha conseguido dividir a sus seguidores. O gusta mucho , o nada, y eso en sí mismo sí es algo positivo. Al menos no pasará desapercibido ( para ese mundo ficticio que los aor/melódicos hemos inventado. O sea, 3000 personas en Europa, contando por lo alto). Digo esto porque, a veces, leo cosas que me asustan: «TODO EL MUNDO dice que Woa es la banda referente del aor actual»», como si el mundo fuera una secta vendiendo teclados de Wigelius!!!

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  4. Imagen de perfil de starbreaker

    Muy interesante tu reflexión Jesús; soy consciente de que deben existir muchos discos por ahí que si les hubiera pegado un repaso como Dios manda me habrían enganchado, pero la vagancia te hace desistir en el intento, (esa frialdad de la que hablo en la reseña me suele pasar a menudo); otros, como tu dices, por ser de alguna de tus bandas de referencia parece que han de entrarte si o si y por eso los trituras más; aún así, te aseguro que sin ser destructivo soy exigente como el que más con mis bandas favoritas, por lo que no por ello una nueva obra de alguna de ellas me va a gustar sea como sea.

    Entiendo tu razonamiento, pero no comparto el hecho de que el disco tenga una evidente indefinición y guste o no, lo que no se le puede negar a «Reach» es que rezuma melodía por todos sus poros; la verdad nunca he entendido la antagonía que muchas veces se quiere ver entre potencia y melodía, como si no pudieran ir de la mano.
    También ocurre muchas veces que el oyente se enquista y exige un tipo de canciones y de ahí vienen las decepciones; en este caso muchos seguro que esperan otro «Don´t Come Easy» y si eres cerrado de miras evidentemente que esta obra no te puede llenar; ¡ojo! que no lo digo por tus palabras, pero si que es totalmente cierto que esto suele ocurrir en innumerables ocasiones; por eso entre otras cosas yo si que lo considero una evolución manteniendo buena parte de sus señas de identidad, pues buena parte de esas melodías también son parte del recorrido de los anteriores discos de Tyketto.
    Al menos esa es mi particular visión.
    Un saludo Jesús.

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  5. Imagen de perfil de Mendo

    Brooke St. James era o es un guitarrista irrepetible, el autentico espíritu de Tyketto.
    Para mi, «Forever young» es una de las mejores canciones de la historia en su estilo.
    Habrá que darle un orejazo al disco.
    Un placer leerte, Javi.
    Jesús, WOA son los putos amos, no lo dudes, y no creo que seamos 3000…quita unos miles.

    Saludos a todos

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