La máquina del tiempo de Steve Brown y Ted Poley sigue funcionando a tope.
Por Óscar L. Gónzalez «Mendo».
Los fans de Danger Danger no podemos quejarnos de que lleven inactivos desde 2009, por que entre Tokyo Motor Fist y The Defiants cubren prácticamente lo que unos hipotéticos Danger Danger podrían ofrecer, y más ahora que Steve West es parte de The Defiants siendo su formación actual la misma que tenían Danger Danger cuando hartos de no tener repercusión, lo dejaron a mitad de década de los 90.
Pero vamos a centrarnos en el disco que nos atañe y que significa la continuidad de este ilusionante proyecto que no es, como han dejado claro en la nota promocional, un grupo de estudio, ni otro experimento de Perugino, sino un grupo de verdad. Liderado por el ex-Trixter Steve Brown con la inestimable colaboración de Ted Poley, cuya voz es parte fundamental de este grupo.
Es Brown el encargado de componer las estupendas canciones y producir el disco con la ayuda de Bruno Ravel en las mezclas, y el producto logrado es idéntico al obtenido en el disco precedente; Hard Rock American Style muy ochentero y en cuyo debe y en mi deformada opinión, sólo está el sonido de la batería y el de la caja en especial, que tanto gusta a Ravel y cuya sobreproducción hace que suene embarullada en las pocas ocasiones en las Chuck Burgi se suelta la melena virtual.
Poley sigue cantando como los ángeles, al menos en estudio y su voz junto a la de Brown y el bajista Greg Smith le da a los coros una potencia y belleza increíble. Todos sabemos que en este tipo de propuesta las voces son fundamentales… Y qué decir de las guitarras de Steve Brown; fluctuan a la perfección entre riffs agresivos y potentes y acordes delicados en función de las canciones. Un grandísimo guitarrista que nunca aparece en las listas de guitar heroes, tal vez por que los que hacen esas listas no tengan mucha idea.
Yendo a las canciones “Youngblood” es la primera y el primer single. Con sus reminiscencias de los Leppard en las voces es un pura delicatessen. Buen inicio.
“Monster in me” mezcla lo mejor de D2 y Def Leppard con la atercipelada voz de Poley dando el punto de distinción. Temazo.
La fiesta reivindicativa empieza con “Around Midnight” que es el segundo single y que ha tenido el doble de éxito en Youtube que el precedente. Optimismo, fiesta… muy bonito todo. A saltar.
“Mean it» es Danger Danger por los cuatro costados y suena un poco a dejavú, pero a mí me importa bien poco porque cuenta con muchos detalles dignos de estos orfebres musicales.
La canción que da título al disco “Lions» es sin duda la más atípica de todo el redondo… lenta, melódica, llena de teclados y de delicadeza. El solo de teclas cortesía de Dennis DeYoung aporta el toque distintivo. Temazo.
“Decadence on 10th street” cuenta con un riff de guitarra digno de un puñetero genio, muy en la onda Van Halen/Vito Bratta. Entre eso y los coros del estribillo suenan a Sunset Strip por los cuatro costados. Espectacular.
Se viene otro temazo con «Dream your heart out». Me suenan a Ratt a ratos y en los coros a música celestial. El solo de guitarra incluye todas las técnicas habidas y conocidas en los punteos de una época que no volverá y que tanto me gustan.
Bajamos dos marchas para encarar la habitual balada “Blow your mind” muy en la onda a la que nos acostumbraba Danger Danger. No es muy moñas y resulta soportable sobre todo por el punteo y los coros.
“Sedona” la bonita ciudad de Arizona, se lleva una canción lenta y trufada de vientos de mentira (salvo el solo de saxo de Mark Rivera que es de verdad) con un riff que nos trae de vuelta al añorado Vito Bratta. Temazo.
“Look into me” entra como el cuchillo en la mantequilla… lenta, cantada a dos voces por Poley en su totalidad y potente en el estribillo. Otro punteo de bandera pone la guinda.
“Winner takes all» es la última, la más potente, la más «heavy» y mi favorita, con unos teclados y riff de guitarra que hacen que suenen a grupos modernos escadinavos. Las voces vuelven a estar a una altura superlativa. Ted Poley rules!!!. Temazo.
Gran disco, a la altura del anterior, que nos trae de vuelta el hard rock de los maravillosos ´80 con estupendas canciones llenas de detalles melódicos que hacen que cada escucha sea una experiencia.
Muy grandes Tokyo Motor Fist.
TOKYO MOTOR FIST:
TED POLEY: Voz
STEVE BROWN: Guitarra, teclados, coros
CHUCK BURGI: Batería
GREG SMITH: Bajo, coros