Críticas Extraños y Hermosos

THUNDER «Giving The Game Away» (Eagle Records, 1999)

THUNDER «Giving The Game Away» (Eagle Records, 1999)

La fuerza melancólica de un híbrido hechizante.

Por José Ramón González.

 

Podría escribir sobre este disco sin necesidad de volver a escucharlo, aunque éste es de esos que uno siente como una necesidad.

Giving the game away es un álbum importante en la carrera de Thunder pues se publicó en un momento delicado para ellos, pero también es un disco discutido, cuestionado y aceptado por los aficionados de formas muy diferentes: desde aquellos que lo consideran una de sus obras más emocionantes a los que piensan que es un disco desganado y alejado de sus álbumes más reconocibles. Lo cierto es que su planteamiento difiere de lo que cualquiera entendería como un trabajo habitual de la banda británica: mucha presencia de guitarras acústicas, juegos vocales con variantes inéditas hasta el momento, coqueteos con estructuras pop y mucha presencia de piano y teclados…, todo ello sin que su identidad más rockera y clásica se ausente.

El disco se publicó diez años después de la fundación de la banda, y poco después decidieron tomarse un descanso que dejó a sus fans hechos polvo. Después de la explosión de sus dos primeras obras su popularidad había bajado, aunque no su prestigio, que crecía sin parar.

Este quinto álbum de los británicos se grabó en tres sesiones durante 1998: la primera en marzo, la segunda en agosto y la tercera en septiembre. Quizás por eso el disco es bastante heterogéneo, a pesar de que predominan en él, como dije, las canciones semiacústicas. Esa aparente falta de coherencia interna es vista por muchos seguidores como uno de los “defectos” del trabajo. En este apartado encontramos lo que suena extraño, pues el conjunto tira en dos direcciones opuestas: las canciones melancólicas, cuidadas, mimadas casi diría, que dominan; y las rockeras, menos brillantes, que buscan equilibrar el trabajo. Y así se alternan unas con otras consiguiendo, en mi opinión, lo contrario de lo que se pretende, el desequilibrio. En realidad, esas canciones más tradicionalmente Thunder me han chirriado desde siempre en un disco que parece estar planteado de otro modo. Y no es que este trabajo presente algo que no hubieran hecho en otros anteriores, lo que cambia es la idea de conjunto: no es un disco de hard rock con alguna balada y medios tiempos sino lo contrario, un disco de medios tiempos y baladas con alguna canción más rockera. En Giving the game away el corazón no va cubierto por una coraza; aquí el corazón va por fuera.

Quizás esas canciones sean también el reflejo de un estado de ánimo –y desánimo– que los músicos estaban tratando de gestionar. Empezaban a pensar que era hora de hacer una parada para tomar aire y probar cosas diferentes (el disco en solitario de Luke Morley o el Moving swiftly along que grabó junto a Danny Bowes).

Sin embargo, si vamos al comienzo, éste no puede ser mejor. Posiblemente “Just another suicide” sea uno de los mejores temas de apertura de la historia de la banda y, por extensión, uno de mis favoritos, que afortunadamente recuperan con frecuencia en sus directos. Una guitarra acústica anuncia el tono del disco, la entrada de la batería y el bajo (primera grabación de Chris Childs con el grupo) y una guitarra eléctrica de fondo sirven para enmarcar el estilo del álbum: todo puro Thunder, todo pura historia del rock; un comienzo que confirma la altura artística de un grupo de músicos que muestran mediante la desnudez más auténtica lo que es la clase, que entienden que la elegancia verdadera no precisa de ornamentos. Y si tenemos que ponerle voz a la música ninguna más apropiada que la de Danny Bowes: privilegiada, única, desgarradora y tierna, a reventar de alma. Con ella es fácil dejarse llevar por la emoción cuando interpreta una canción tan triste y hermosa como “You’ll still need a friend”, la banda sonora de una despedida que hace compatibles la esperanza y la desesperación. Guitarra acústica y eléctrica.

Las melodías que perturban emociones pasean con inconsciente alegría al ritmo del piano por “All I ever wanted”, sin que parezcan darse cuenta de la tristeza que transmiten.

Colocada estratégicamente entre estas dos está “Giving the game away”, de aires más pop en la que las guitarras tardan en aparecer, pero cuando lo hacen antes del estribillo iluminan la canción. Y después de “You’ll still need a friend” aparece otro alivio rockero para los que llevan mal otros tempos.

La siguiente pareja es “Numb” y “Play that funky music”, la versión de Wild Cherry. Por su parte “Numb” es una delicada pieza a la que unos suaves coros y la cuidadísima interpretación de Bowes dotan de serenidad.

Una composición mayor es “’Till it shines”. Su crescendo es matador (en esto ya sabemos que son especialistas), las melodías magistrales y la ejecución sobresaliente con unas preciosas melodías a dos guitarras de Morley y Ben Matthews. Aquí Harry James, como en todo el disco, como en todos los discos, está soberbio. Una de mis canciones favoritas de todas las compuestas por la banda.

Con el tiempo, uno termina comprendiendo un conjunto que es un híbrido desconcertante, y no puede sino entenderlo como un todo, a pesar de que vea con claridad que hay dos naturalezas conviviendo. Dos naturalezas que están en la esencia de una de las bandas más coherentes y respetables de las últimas décadas. El disco desorientó a algunos seguidores, pero si uno se deja hechizar la primera vez por este álbum ya no hay antídoto. Incluso es posible que se dé cuenta de que no puede pasar mucho tiempo sin él.

 

GivingTHUNDER:
BEN MATTHEWS: Guitarras, teclados y coros
CHRIS CHILDS: Bajo
DANIEL BOWES: Voz y coros
HARRY JAMES: Batería y percusión
LUKE MORLEY: Guitarra, percusión, armónica y coros

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2 Comentarios

  1. Imagen de perfil de Jesus

    Siendo una de mis bandas favoritas tengo que reconocer que este trabajo prácticamente ni lo he escuchado. Se amontona tanta música que lo vas dejando y ni siquiera te acuerdas de que existe. Aunque después de leer la crítica esta misma noche lo devoro. Gracias Joserra! como siempre sabes encontrar ese enfoque que arrastra a la lectura y esas claves que pocos ven.

    Responder
  2. Imagen de perfil de Joserra

    Gracias a ti, Jesús.

    No me arriesgo nada si te digo que el disco te va a encantar. Estoy deseando conocer tu reacción.

    Responder

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