Pulcritud melódica.
Por Carlos Bayón.
Nuevamente de la fría noruega nos viene una nueva muestra de AOR melódico con reminiscencias a Toto y a algunos de los mejores ejemplos de la escuela escandinava como Return o Stage Dolls o de la nueva escuela como Work Of Art.
Por lo que he leído en su biografía la banda ha pasado por diferentes estados desde que en 2003 editaran su primer disco y han pasado por sus filas o han colaborado en algún momento la flor y nata de los músicos nórdicos como el batería de Stage Dolls Steinar Krokstad, Per Hillestad también batería de A-HA y Lava, Tommy Denander o Gunnar Westlie guitarra de Da Vinci. El nuevo cantante John Masaki es un descubrimiento del programa televisivo Norwegian Idol.
Aquí nos encontramos un grupo que borda las melodías cristalinas y pegadizas con aires West Coast, todo envuelto en un aire de tranquilidad que te reconforta, no hay ningún tema que se salga de la norma: teclados predominantes con prácticamente todo el protagonismo, guitarras de acompañamiento que cumplen con riffs melodiosos, todo es puro AOR pero sin llegar a cansar gracias a ciertos tics rockeros de la voz de John como en “Shivering Hands”, tema algo más movido con un piano clásico que suena a banda sonora de película de los 80 con cierto toque soul. En la intro guitarrera “Finally” es donde se sueltan un poco más, es el tema más hard rock de todo el disco con un bonito solo pero que parece que le están agarrando para que no se suelte mucho, va con el freno echado; pero en la mayoría de los temas la cosa es más tranquila con bonitos coros y estribillos como en “Through The Fire”.
A los amantes del AOR más ochentero les encantará “Kaylee” tema muy tranquilo y suave con un bonito estribillo, la comercial y algo más rápida “What Can Be Done” con otro estribillo pegadizo y un gran trabajo de las guitarras y los teclados, o la inicial “Gonna Let You Go” donde ya desde el principio te vas haciendo una idea de por dónde van a ir los tiros con unos teclados veloces y que a muchos les resultarán familiares.
Se nota que esta gente ha escuchado a Toto hasta hartarse. “Believing” es un claro ejemplo donde más parece una versión de ”Africa” que un tema propio. En “How Does it Feel” el estribillo me recuerda al “When It’s Love” de Van Halen.
Como es normal en este tipo de discos, las canciones son elegantes, pulcras aunque puede que tanta elegancia las deje un poco frías y distantes, parecen hechas en un laboratorio y al final se eche un poco de menos algo de locura y soltarse un poco más, por lo menos esa es mi impresión con este tipo de discos que suenan tan perfectos. Todo está en su sitio, medido al detalle que evidentemente no tiene que ser malo, pero en algún momento parece que se estén sujetando para no llevar las canciones a otro nivel, todo suena superprofesional y puede que le falte algo de corazón a la propuesta. No me pasa sólo con éste, me pasa con muchos discos de este estilo tan suave.
También es verdad que no es un disco que canse ni empalague, dentro de su variedad se mueve entre varias aguas desde los más tranquilos aires de Work Of Art a los primeros Toto así que hay algo de diversidad dentro de sus once canciones, moviéndose siempre dentro de lugares conocidos para los amantes del AOR.
A los que les guste el West Coast y los sonidos más melódicos este álbum lo van a disfrutar de lo lindo, los que busquen sonidos más tirando al Hard Rock lo disfrutarán también pero echarán en falta las guitarras más rockeras o sucias.
En definitiva es un disco que se puede degustar con tranquilidad, buscándole nuevos matices en cada escucha, no es que nos vaya a hacer movernos a lo loco pero es muy disfrutable.
STONEFLOWER:
JOHN MASAKI: Voz
SVENN HUNEIDE: Bajo, coros
TOM SENNERUD: Guitarra, teclados, coros
GEIR JOHNNY HUNEIDE: Batería