La esencia del Power Metal regresa tras la pandemia.
Por Felipe Carlos.
Los italianos regresan después de su magnífico trabajo Nemesis que, aunque subieron muchos peldaños para lidiar entre las grandes bandas del género, la falta de una buena promoción y la pandemia les dejo sin poder demostrar en directo su capacidad musical.
En esta ocasión han basado sus canciones en un concepto, algo que suele darles buenos resultados, y eligen representar la saga de “Regreso al futuro“. Películas que en sus años tuvieron bastante éxito.
Con una intro corta y atmosférica y unos leves párrafos nos adentran en la historia del disco. El combo se lanza con ‘Holding On’, una canción típica de puro power metal que tiene todos los elementos que necesita este estilo. Unas guitarras brillantes, una sección rítmica aplastante y la voz aguda de su frotman, que comienza en tonos bajos para ir subiendo según va avanzando el tema hasta llegar al climax en el estribillo. Grandilocuente y muy emotivo.
‘Outatime’ es un tema muy cañero con unas rítmicas poderosas y, nuevamente, un estribillo brillante y pegadizo que envuelve todo el tema. Casi rozan el metal más crudo de bandas germanas del calibre de Gamma Ray.
‘The Pinheads’ es un tema muy comercial, casi diría que tiene ciertas dosis de pop llevado al happy metal. Eso sí, siguen sin salirse de la línea coral, con unas guitarras solistas muy elegantes.
En ‘2204’, el comienzo futurista nos arrastra a un medio tiempo que va creciendo donde se nota el juego con los sintetizadores y se adentran en el power moderno de bandas como Beast In Black. Un tema furioso, lleno de virtuosismo por parte de todos los músicos y en el que su cantante vuelve a lucir buen rango de voz. También destacar la labor de los teclados, a manos del poderoso Alessio Lucatti, que como en todo el disco es deslumbrante.
‘Enchant Me’ es la típica canción que comienza con un piano para dar paso a las guitarras nuevamente marcando el inicio melódico. Estamos ante la épica power balada llena de coros que recuerdan a Avantasia. Tema que es necesario en cualquier disco de power metal que se precie. Melodía, calidad y exquisitez se mezclan sin remisión.
‘We Don’t Need Roads’, es quizás el tema más complejo, ya que está lleno de matices que explorar, donde los teclados de Alessio Lucatti juegan un papel muy importante y que le dan un toque brutal al tema. Con Tomi Fooler dejándose la garganta en cada línea.
‘Plesure Paradise (Oh Là Là)’, nos vuelve a traer a la cabeza las composiciones de Hansen y sus rayos gamma, aunque con voz aguda.
‘The 4th Dimensional Legacy’ nos recuerda algo a los Helloween de los keepers, un tema realmente grandioso. Las guitarras dobladas hacen de las suyas en esta joya de power en el que por supuesto no faltan coros celestiales.
En ‘The Eastwood Ravine’ el grupo abre el frasco de las esencias y nos deja un regalo donde la base rítmica es apabullante y las guitarras vuelven a lucir en su ejecución, con unos solos perfectos acompañados por una excelente base de teclados.
Y si todavía no había suficiente se lanzan con una versión de ‘Johnny B. Goode’ a toda velocidad donde se nota que el combo se lo ha pasado a lo grande ejecutando este clásico del Rock & Roll.
Como resultado, lejos de estancarse la banda vuelve a dar un paso adelante en su escalada hacia la liga de los grandes del género que está liderada por formaciones teutonas y escandinavas.
Skeletoon va por el buen camino, ahora tan solo hace falta que este disco pueda ser defendido en los directos. Si pasan cerca de tu ciudad, recomiendo asistir a sus shows ya que es una verdadera delicia poder disfrutarlos.
SKELETOON:
TOMI FOOLER: Voz
ANDREA CAPPELLARI: Guitarra
FABRIZIO TARICCO: Guitarra
JACK STIACCINI: Bajo
HENRY SIDOTI: Batería
ALESSIO LUCATTI: Teclados
