Críticas Casco Antiguo

RATT «Detonator» (Atlantic Records, 1990)

RATT «Detonator» (Atlantic Records, 1990)

A la desesperada.

Por Carlos Bayón.

 

La historia de este disco es la misma que la de otras bandas exitosas, que ven llegar o creen ver llegar el final de su carrera, y se lanzan a la desesperada a cualquier cosa que pueda garantizar el éxito.

Ratt venían del pequeño fiasco que supuso su anterior álbum Reach For The Sky, que tuvo muchas críticas por ese cambio tan descarado buscando la comercialidad de una manera un tanto exagerada. Todavía no sabían lo que vendría dos años después, pero en mi opinión tiene algunos temas bastante aprovechables, con ese rollito funky que triunfaría unos años después con gente como Extreme. Como decía, después del fiasco decidieron ir a por todas y tirar por el camino del medio, intentando reencontrar el camino del éxito. ¿Y quién aseguraba ese triunfo y ascenso a los charts y la vuelta a los superventas en ese momento? Pues el mayor creador de hits de los años 80, capaz de lanzar la carrera de gente como Bon Jovi y recuperar entre otras las de Aerosmith o Alice Cooper, amén de haber trabajado con Kiss en discos como Animalize o Asylum, el señor Desmond Child y su ayudante Sir Arthur Payson, en este caso en la producción, en su momento creo recordar que corrió el rumor de que eran la misma persona, pero la verdad no tengo ni idea, no hay ni una sola foto de él por ningún lado, así que puede que algo de verdad tuviera el rumor.

Este disco era una huida hacia delante, si salía bien podrían tener otra oportunidad, si salía mal al hoyo como otras bandas. Todavía no se oteaba en el horizonte la marea grunge que arrasaría sobre todo en 1992, pero que ya daba avisos en el 91.

Aunque todavía conserva ciertos dejes de sus trabajos anteriores, todo está encaminado a buscar una comercialidad de una manera un pelín exagerada, medios tiempos como “One Step Away”, escrita para sonar en la radio de una manera descarada; la vacilona “Head I Wins Tails You Lose”, donde hace coros el otro Rey Midas del momento Jon Bon Jovi; la balada rompecorazones “Givin’ Yourself Away”, algo en lo que no se habían prodigado mucho más allá de la lejana “Closer To My Heart” del Invasion Of Your Privacy de 1985, había que tocar la gloria otra vez, que más da una baladita y unos arreglos de teclados, nada, pecadillos sin importancia que cuando alcanzaran el cielo a nadie le importaría; pero parece ser que a la gente sí le importo y el disco fue un batacazo de los que hacen época. No llegaron ni a disco de oro, que por esas fechas se alcanzaba hasta sacando un disco de jotas metalizadas.

Sus fans ya no tragaron tanto arreglo descarado, y los nuevos que podrían hacer ya tenían sus propios héroes que lo hacían muy bien y no necesitaban nueva gente haciendo algo que ya escuchaban en los originales. Pasaron de ser una banda sleazy con un sonido fresco, atractivo, propio y característico, que les hacía tener algo original dentro de la hornada de principios de los 80, nadie sonaba como ellos, a parecer unos Bon Jovi de segunda fila.

Una pena porque en mi opinión, el disco más allá de esa falta de originalidad y comercialidad descarada, no está nada mal, de haber sido su primer o segundo disco hubiera sido un bombazo, pero claro, no era el caso. Puede que al ser una banda ya consolidada, aunque en horas bajas y con un sonido propio, no se le perdonara esa bajada de pantalones tan descarada.

Temas como las iniciales “Shame, Shame, Shame” o “Lovin’ You Is a Dirty Job” conservan todavía gran parte del sonido y la personalidad que les hizo grandes; o la dura “Scratch That Itch”, con una batería machacona dando replica a la magnífica guitarra de Warren DeMartini; o la a ratos muy Mötley Crüe “Hard Times”; la marchosa “All or Nothing”, con cierto aire al “Slip of The Lip” del Dancing Undercover que le hacen un disco muy aprovechable. También tiene su punto negro con la olvidable y prescindible “Top Secret”, tema insulso que no vale ni para cierre digno de disco.

Aunque tarde y sin que valga para nada, es un disco que merece una escucha tranquila, sosegada, olvidándonos de su descarada banalidad y de ese intento, un tanto cantoso, de aprovecharse de la ola grande e intentar aprovechar el momento, y sacar algo de rédito y así darle un empujoncillo a una carrera algo alicaída, nada que no hubieran intentado otros antes y que no se haya intentado después. Lo malo es que al salirles mal les llevó prácticamente a la disolución, no antes de expulsar al guitarrista Robbin Crosby por sus constantes problemas con las drogas, que posteriormente le llevarían a la muerte.

Cuando en ciertas épocas del año, me entran ganas de recordar viejos tiempos de correrías, éste es uno de mis discos más recurrentes, con su justa medida entre caña y melodía, y porque no siempre gustan las historias con finales felices y los buenos siempre ganan, en este caso perdieron, aunque con el tiempo recuperaron algo de dignidad y volvieron dando guerra con su disco homónimo del año 1999 e Infestation de 2010, que les volvieron a situar en el trono, pero que de momento espera continuación, aunque lo veo difícil con la carrera en solitario de Stephen Pearcy.

 

rattdetonatorcover
RATT:
STEPHEN PEARCY: Voz
WARREN DEMARTINI: Guitarra
ROBIN CROSBY: Guitarra
JUAN CROUCIER: Bajo
BOBBY BLOTZER: Batería

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