Un sueño hecho realidad.
Por Saúl Cristian Esquivel.
Cuando mis amigos de Ciudadano Rock me plantearon escribir una crónica de este inolvidable acontecimiento en Noruega, inmediatamente me hice una pregunta ¿Lograré expresar en palabras todas las sensaciones percibidas el 23 de julio en Hamar? Más allá del enorme entusiasmo que me genera esta interesante propuesta, debo confesar que también me genera una tremenda responsabilidad. Tener la oportunidad de escribir sobre uno de los grupos más influyentes en Escandinavia no es algo que haces todos los días, y mucho menos si se trata de un concierto celebrado en tierras tan lejanas. No cabe duda que asumo un gran privilegio (y la vez un gran desafío) por conseguir esta oportunidad de rememorar este acontecimiento irrepetible fuera de los países nórdicos. Agradezco toda la confianza depositada en mí para llevar a cabo esta apasionante expedición.
Después de un viaje en tren de aproximadamente una hora y media (desde Oslo hasta Hamar), finalmente llegué a una ciudad con una tranquilidad digna de un pueblo y con una importante tradición musical (el reconocido vocalista Ole Børud es oriundo de esta ciudad). Todos los años se realiza un festival veraniego en el Tjuvholmen Arena (un lugar ubicado en la orilla del lago Mjosa) donde participan en su mayoría músicos locales con diferentes propuestas musicales (folk, country, rock clásico, rock alternativo, pop). En esta ocasión el programa estaba encabezado por tres grandes atracciones: Hanne Boel, Lava & Hellbillies. Cabe destacar que la vocalista danesa Hanne Boel acompañaba a Lava como una invitada especial y que el grupo country noruego Hellbillies era la mayor atracción de la noche para los espectadores locales.
Ante este excitante panorama en Hamar, todo estaba dado para vivir una de las experiencias musicales más importantes de mi vida. Indudablemente estaba a punto de cumplir un sueño que hasta hace unos años era inalcanzable. Por primera vez en mi existencia (y espero que no sea la última) tenía la asombrosa oportunidad de presenciar un concierto de estos virtuosos músicos escandinavos. Cabe recordar que la formación actual cuenta con varias incorporaciones obligadas (Frode Mangen, Johnny Sjo y un desconocido trompetista auxiliar) por las ausencias de Per Kolstad (razones personales), Kare Kolve (razones personales), Rolf Graf (fallece por cáncer en el 2013) y Sigurd Kohn (fallece ahogado en un tsunami en el 2004). De todas maneras el solo hecho de ver encima de un escenario a tres miembros fundadores de Lava (Egil Eldoen, Svein Dag Hauge, Per Hillestad) ya era tocar el cielo con las manos para mí.
Después de unas cuantas horas de espera (aunque acompañado con buena música), llegaba el momento tan esperado por mí en el Tjuvholmen Arena. Mientras que los organizadores del evento hacían pruebas de sonido, Frode Mangen (tecladista), Per Hillestad (baterista) & Svein Dag Hauge (guitarrista) subieron al escenario de manera cautelosa (como si se tratara de un acontecimiento casero) e instalaron sus instrumentos respectivamente. En ese instante no podía creer lo que estaba viendo encima de las tablas. Estos prodigiosos músicos, sin delirios de grandeza, conservaban todavía un espíritu amateur en su interior (algo poco habitual en los tiempos que corren). La humildad de estas personas que supieron codearse con grandiosos artistas en el pasado (como por ejemplo, Randy Crawford) me llamó poderosamente la atención.
Cuando el tecladista Frode Mangen (reemplazante de Per Kolstad desde hace unos años) comenzó a tocar la introducción de “Aquilo Blow” (Polarity, 2003) supuse que el concierto de Lava había comenzado. Sin juego de luces, fuegos artificiales (al mejor estilo Kiss) o un excesivo humo misterioso, los demás integrantes del grupo (Egil Eldoen, Svein Dag Hauge, Per Hillestad, Johnny Sjo y el joven trompetista auxiliar) fueron ocupando su lugar en el escenario a medida que transcurría la introducción del imponente tecladista. Desde mi punto de vista fue un comienzo bastante tímido (generalmente comienzan sus conciertos con esta canción), pero cuando escuché los primeros acordes de “Somebody Like You” (The Rhythm Of Love, 1990) me sentí en las nubes. Por primera vez estaba escuchando en vivo una de mis canciones favoritas del aclamado “The Rhythm Of Love”. ¿Quién puede negar que es uno de los mejores trabajos del grupo?
Después de haber caído en un éxtasis total con “Somebody Like You” (The Rhythm Of Love, 1990) y de haber escuchado la agradable “Closet” (Alibi, 2005), llegó el momento de la presentación de la vocalista danesa Hanne Boel (bastante conocida por los espectadores locales). Como invitada especial de Lava, me imaginaba que esta vocalista iba a acompañar a Egil Eldoen en algunos duetos (como lo hizo Sidsel Endresen o Randy Crawford), pero sorprendentemente mis conjeturas fueron erróneas. Hanne Boel interpretó cuatro canciones de su repertorio personal acompañada por Lava. Debo decir que me llevé una grata sorpresa con su propuesta musical (adult contemporary, pop) y que fue un verdadero placer escuchar a los multifacéticos integrantes de Lava interpretando sus canciones.
Una vez que Hanne Boel se retiró del escenario (con una gran ovación), el grupo continuó el concierto con la maravillosa “2.12” (Prime Time, 1982). Durante toda esta composición instrumental pude apreciar el buen gusto de los miembros de Lava en todo su esplendor. No cabe duda que son auténticos monstruos a la hora de interpretar composiciones de esta naturaleza. Posteriormente llegó el turno de la frenética “Sophie” (Fire, 1984), una de esas canciones hipnotizadoras que terminan enganchando al oyente por su extremada rareza. Y para ponerle punto final a uno de los conciertos más esperados por mí en este año, el inspiradísimo Egil Eldoen se dispuso a interpretar la romántica (y archiconocida) “You” (Fire, 1984). Sinceramente me hubiera gustado escuchar un dueto con Hanne Boel en esta última canción (como lo hizo Randy Crawford en el aplaudido trabajo “Fire”), pero por alguna razón que desconozco no fue posible. De todas maneras debo confesar que quedé satisfecho con la grandiosa experiencia vivida en el Tjuvholmen Arena de Hamar. Poder presenciar un concierto de Lava en tierras tan lejanas fue un sueño hecho realidad…
Joserra
Estupenda crónica del concierto. Felicidades, Saúl.
Espartaco
Muchas gracias Joserra! Es la primera vez que escribo una crónica, así que sepan disculpar si hubo algún error en la construcción del texto. Saludos para todos!
starbreaker
Opino como Joserra; excelente crónica, no tan sólo a lo que musicalmente se refiere, sino también por el entusiasmo que transmites en la anhelada experiencia vivida…¡enhorabuena crack!
Espartaco
Muchas gracias starbreaker! Me alegra que te haya gustado! Sinceramente era una gran responsabilidad, ya que este grupo no sale habitualmente de su país! Saludos!