Agua en el desierto.
Por Carlos Bayón.
Hot In The Shade es el canto del cisne de los Kiss de los 80, porque se editó en 1989 y porque supuso el último intento de alcanzar el éxito masivo con la imagen y el sonido más comercial típico ochentero. El siguiente ya fue el más rockero Revenge con una imagen bastante más sobria y dura.
Como muchos discos de Kiss el resultado final es bastante irregular, lastrado por la paridad entre las composiciones más accesibles de Paul Stanley y por las no tanto de Gene Simmons, que por lo menos ya colaboró algo más en la producción. Éste no es la excepción, las más melódicas y comerciales son de Paul y las más rockeras de Gene.
Aunque venían de un cierto repunte de popularidad con Crazy Nights aún seguían a rebufo de muchas bandas que eran unos niños cuando ellos empezaron y de unos principios de los 80 algo convulsos con el desmaquillaje y los intentos de Gene Simmons de triunfar en el cine. En Hot In The Shade intentaron jugarse el todo por el todo y se nota ya en exceso una comercialidad descarada y además es un disco de 15 canciones, por lo que esa irregularidad es más manifiesta.
Eso no le hace ser un disco flojo, de hecho a mí me encanta, pero se nota que han ido a saco y hay canciones que para Kiss suenan insulsas y del montón, pero a las que salvan unas melodías asequibles como “The Street Giveth And The Street Taketh Away”, “You Love Me To Hate You” o “Somewhere Between Heaven And Hell” que parecen descartes de grupos de segunda fila pero que tienen estribillos resultones y facilones. Intentos de Thrash Metal o Heavy Metal a lo Kiss como la que cierra el disco “Boomerang”, que no hubiera pasado el corte si el disco se hubiera quedado en 10 canciones peladas.
Pero tiene partes muy positivas, el comienzo vacilón y bluesero de “Rise To It” un rock n’ roll muy de la época. “Hide Your Heart” que también habían cantado gente como Bonnie Tyler o Robin Beck y que después interpretaría el ex-Kiss Ace Frehley en su disco Trouble Walkin’ también de 1989, compuesta por Desmond Child y Holly Knight y que fue un pequeño éxito, tema comercial con un rollo algo poperillo que Kiss sabe llevarse a su terreno.
La balada “Forever” que fue el otro single y que fue la que más lejos llegó en las listas supuso el empujón para que la gira tuviera cierto éxito. Poco se puede decir de ella, canción de las que se hacían como churros en los 80 con su buen estribillo y su toquecito sentimental para darle su nota épica y que la voz de Paul Stanley lleva a otro nivel.
La trilogía que viene después con “Silver Spoon”, “Cadillac Dreams” y “King of Hearts”, dos de ellas cantadas por Paul Stanley y una por Gene plenamente integradas en el sonido más hard rockero pero que no suenan trilladas, muy buenos los coros femeninos en “Silver Spoon”. La vena más accesible de Simmons con “Cadillac Dreams”, un rock n’ roll con un riff muy bailable, y la maravillosa “King Of Hearts” que podía haberse convertido en un clásico de la banda si el disco hubiera tenido más suerte y mayor recorrido comercial con esas guitarras iniciales que ya te enganchan a que algo bueno vamos a escuchar, es un tema que recuerda bastante a Bon Jovi.
Luego hay otras canciones bastante salvables como “Read My Body” con unas guitarras vacilonas y un ritmo pegajoso, o dos de las cantadas por Simmons como “Betrayed” o “Prisoner of Love”, más típicas de las composiciones habituales del bajista pero que no desentonan en el conjunto final.
Como anécdota queda “Little Caesar” cantada por el batería Eric Carr que moriría poco después y sería sustituido por Eric Singer.
El disco apenas llegó a disco de oro y es considerado uno de los peores de su discografía, bueno en realidad todo lo ochentero de Kiss ha sido considerado obra menor en comparación con la de los 70, pero creo que es bastante discutible esa apreciación y que también hay que evaluarla en relación a la época en la que fueron concebidos. Los discos de los 70 ya sonaban pasados de moda en el 85 aunque algunos de ellos sigan siendo clásicos.
De los discos de esta década Hot In The Shade es quizá de los mejores, dentro de lo que he contado, el exceso de temas y algunos de ellos quizá un poco tontorrones pero contiene un puñado de canciones que no desmerecerían la comparación con alguno de sus clásicos más populares.
Es verdad que Kiss se rindió ya definitivamente a sonidos que no eran los suyos propios, hacía temas más comerciales, pero que su talento les hizo convertir Hot In The Shade en un disco si no brillante, sí por lo menos bastante competente, aunque también falto de personalidad. En este caso el maestro copia a los alumnos, precisamente por esa búsqueda de triunfo a la desesperada y de sumarse a una moda, pero ni mucho menos es un mal disco, en mi opinión todo lo contrario.
De hecho me gustaría reivindicar la obra ochentera de Kiss, denostada por muchos pero que contiene algunas canciones que se han convertido en clásicas y que les sirvió para volver un poco más fuertes y seguir demostrando su talento en los 90 con Revenge.
KISS:
GENE SIMMONS: Voz, bajo
PAUL STANLEY: Voz, guitarra
ERIC CARR: Batería
BRUCE KULICK: Guitara