Crónicas

KALOS FESTIVAL, Sala La Riviera, Madrid, 27 de mayo de 2017

KALOS FESTIVAL, Sala La Riviera, Madrid, 27 de mayo de 2017

Schenker recupera su trono y Treat… ¿conspira?

Por Óscar L. González “Mendo”.

kalosfestival

Este concierto era uno de los que más expectación había despertado entre los aficionados al Hard rock que tan ávidos estamos de ver grupos internacionales que no siempre es fácil que toquen en territorio nacional, y hay que decir que por lo visto y escuchado, a muy pocos de los varios cientos de aficionados que allí nos dimos cita defraudó.

Para empezar, la sala La Riviera es un recinto perfectamente preparado para este tipo de eventos, no es la típica discoteca disfrazada. Cuenta con buena acústica, buen equipo (Robert Ernlund puede que no opine lo mismo sobre esto último) y sólo cabe recriminarles la salvaje climatización que provocó no pocas calvas en el aforo, porque los chorros de aire frío eran insoportables. Vale que en la calle habia más de 30° y hacía un bochorno de aúpa, pero deberían saber que los heavys vamos en camiseta y los riñones sufren mucho a ciertas edades.

Otro tanto se puede decir de los precios de las bebidas que eran tipo «Puerto Banús» por que 5,50 por una «Pesi» como diría Fernando Torres, es un abuso.

Con puntualidad britanica, a las 5 de la tarde iniciaron su actuación los incansables Atlas cuyo set de poco más de media hora vieron apenas 200 personas. Como de costumbre, su interpretación fue impecable. Te podrá gustar o no su música, pero estos tíos no fallan nunca, con un Nacho Prieto que demostró de nuevo que es uno de los mejores cantantes nacionales.

Tras unos pocos cambios en la batería, aparecieron Crazy Lixx, un grupo al que deseaba ver de nuevo y quitarme el mal recuerdo del mal sonido que sufrieron en Pamplona hará 4 ó 5 años y doy fe de que lo consiguieron.

Las dudas sobre la voz de Danny Rexon pronto quedaron disipadas y la banda completó una gran actuación pese a que el sonido que nos parecía bueno, se demostró que no era todo lo bueno que podía ser tras escuchar como sonó el cabeza de cartel. Nuevos tiempos, viejas costumbres que dirían los Atlas.

Cierto es que los coros no sonaban como en los discos, pero se puede decir que los hachas hicieron un buen trabajo en apoyo del frontman.

Su set se basó en su estupendo último disco «Ruff Justice» (con «XIII» como punto álgido) con algunas pinceladas de los anteriores olvidándose de su presunto himno «Heroes are forever». Los nuevos miembros demostraron lo acertado de su elección, moviéndose e interactuando con el público como sólo la gente joven y enérgica puede hacer. Nos divirtieron mucho Crazy Lixx en los apenas 40 minutos de actuación.

No podía esperar para ver uno de mis grupos favoritos y principal motivo de que fuese a este festival. Treat son unos tipos bastante raros o «especiales» como seres humanos, pero su música me encanta.

Para este concierto, se reincorporó a la banda el teclista y productor de los ultimos años, Patrick Applegreen que no participó en la grabación de su disco en directo y desde el inicio, los problemas con el micro inalámbrico de Robert Ernlund nos dieron la noche con continuos petardeos que se solucionaron en la penúltima canción cambiándolo por uno normal con cable… algo inconcebible.

Con la cantidad de temazos que tienen, no tuvieron problemas para rellenar los 50 minutos escasos de su actuación, incidiendo bastante poco para lo que suele ser habitual en su último trabajo de estudio «Ghost of graceland» y bastante en sus himnos de los ’80 y varios temas del «Coup de grace» como Papeltiger o Skies of Mongolia. Me quedé afónico, como la mayoría del público que ya abarrotaba el aforo cantando esas alegres tonadillas de nuestra juventud como Conspiracy, World of promises, Ready for the taking… pero no todo fue tan bonito. Aunque durante la actuación mi corazón de fan intentó obviarlo, algo más fallaba aparte del micro de Ernlund y la poca energía de otro de mis ídolos, el baterista Jamie Borger. Se notaba que Ernlund no tomaba aire para cantar y que la voz era absolutamente impecable; no fue en todos los temas (creo) pero el fantasma de las pregrabaciones volvía a asomar la oreja en una actuación de Treat. Ya digo que estaba absorto viendo a uno de mis grupos favoritos, pero aunque no tengo pruebas, algo raro pasó. Aun con todo, para mí fue de lo mejor de la noche, pero yo también soy algo «especial».

La penultima banda sería la última en compartir el backline (batería, amplis, etc.) con los grupos anteriores y los cambios fueron muy rápidos, de apenas 15 minutos.

De Hardline recuerdo su primer disco de 1993, cassette que estuvo un verano entero dentro del «loro» del coche y que fue la base de su presentación. Su lider y único miembro original Johnny Gioeli, demostró estar en un perfecto estado de forma a nivel vocal y apoyado por varios «mercenarios» de Frontiers entre los cuales destacaría al todo terreno Alessandro Del Vecchio (como canta el tío) y la bajista Anna Portaluppi que es una de mis debilidades. Consiguieron calentar al congelado público (por la climatización) en un periquete y casi todos cantamos aquellas canciones tan chulas de su debut y alguna de su última época.

Tras el cambio total del backline que duró algo más de media hora (una caña, una meada y dos pitillos) actuaría el grupo que menos me interesaba de la noche, el señor Michael Schenker del que aún recuerdo su deplorable estado mental y físico la última vez que lo vi en Kobetasonik hará 9 años, pero el Schenker de ahora poco tiene que ver con aquel… ¡que manera de tocar!

Desde que irrumpió en el escenario, una sonrisa iluminó su careto y no lo abandonaría durante la hora y media de actuación.

Como digo, sonriente, animado, hablando al público, moviéndose por el escenario y con unas facultades musicales que poco tienen que envidiar al Schenker que conocí con aquel directo «One night at Budokan» que me enganchó.

Junto a él, se encontraban varios compañeros de aventuras como el bajista Chris Glen, el batería Ted Mckenna o el teclista/guitarrista Steve Mann y sobre todo el extraordinario cantante Robin McAuley que dio una demostración de como se debe cantar en directo. Todos ellos estuvieron a un grandísimo nivel ayudados por un sonidazo que ya habrían querido los teloneros, aunque Glen y McKenna muestren en sus cuerpos y rostros la pila de años que tienen.

Pero el verdadero protagonista fue Michael Schenker y todos sus temazos, desde los primeros tiempos en solitario, Armed and ready, Sleeping dogs lie o Attack of the mad axeman, pasando por la época más comercial con McAuley, como Bad boys, Save yourself o Gimme your Love, como una extensa revisión de sus contribuciones a U.F.O. de los cuales tocó absolutamente todos los himnos… Shoot Shoot, Too hot to handle, Doctor Doctor o Rock Bottom entre otros… incluso se atrevió con la instrumental Coast to Coast de Scorpions. Fue una actuación memorable e ignoro desde cuando este Schenker es como es ahora y dejó de ser aquel despojo que apareció por Bilbao en 2008. Vale que se ha estirado la piel y esta hecho un pincel (61 tacos tiene el niño), pero con el alma y el talento no valen estiramientos ni trampas y por ello merecieron la pena los casi 800 km. Y soportar el infernal tráfico en el sudoeste de la capital el día de la final de copa.

A la espera del Kalos II, y esperemos que el que maneja el termostato de la Riviera tenga más sentido común, porque ni somos pingüinos ni somos osos polares, aunque Chris Glen si que pareciese un «Grizzlie».

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7 Comentarios

  1. Imagen de perfil de Joserra

    Gracias por la crónica, Mendo. ¿No habías estado en La Riviera? Y sólo sufriste la temperatura y los precios, que esos son capaces de más.
    Lo de Treat, si es como sospechas, es para matarlos. Sin comentarios. ¿Y encima 50 minutos?
    Me alegro de que disfrutaras de Schenker. Desconocía que estuviera en tan buena forma.

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    • Imagen de perfil de Mendo

      Nada. No pensaba escribir una crónica, pero lo que vi me pareció que debía contarlo aquí..

      Pues no, no había estado nunca en la Riviera y me pareció un sitio estupendo para vivir un concierto, salvo por lo apuntado.
      Lo de Treat…vamos a ver, es una intuición. Me quedé paralizado cuando me dí cuenta o creí darme cuenta, no estaba borracho ni había tomado nada ilegal y estaba a 4 metros de Ernlund, que se mueve y gesticula como un robot, y por lo visto, el playback también lo hace como un robot.
      No es que Schenker esté en forma, es que está al nivel de cuando era una estrella mediatica que llenaba recintos de 5000 personas, y si te digo la verdad, lo que más me sorprendió fué ver como se ha regenerado. En 2008 no daba una a derechas, se quedó en su esquina y no dijo ni palabra…El sabado era la viva imagen de alguien feliz que ha recuperado las ganas de vivir, lo cual me alegra.
      Saludos

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  2. Imagen de perfil de Jesus

    Gracias por la crónica, Mendo. Yo si tuviera que analizar el festival lo tendría que hacer de dos formas: de forma más técnica y omitiendo sensaciones, y de crítica personal. Por qué? porque he visto a todas las bandas tantas veces que no me generan ninguna expectativa. Por lo que mi opinión personal puede ser muy dispar con respecto a una posible mayoría.

    Si tuviera que resumir en unas palabras lo que pienso:

    Crazy Lyxx – adolescentes, con tantos cambios de formación que su inestabilidad no les deja crecer. Además que instrumentalmente, a cada cambio, van en regresión. Son demasiado light para lo que su música representa. Coros pregrabados como todos los nórdicos. De la primera vez que les ví en el 2009 , he visto su evolución en cinco ocasiones más, y no dan más de sí. Desaparecerán sin dejar rastro.
    Treat- fuí a Munich en el 2007 pensando que jamás los volvería a ver. Aquel concierto, por ser el primero, lo disfruté como un enano. 8 veces más han caído. Más que nada porque han aparecido en varios festivales, aunque haya aguantado muy pocos temas. Una de las mayores estafas del rock melódico. Esta vez no pareció haber Play Back como en otras ocasiones. Sí pregrabaciones, al menos los gallos de la brujita del inicio no hacían sospecharlo, pero luego se percibían altos y bajos que llegó un momento que no se sabía muy bien qué había de real De todas formas a estas alturas son cadáveres sin escrúpulos. Disfrutad de sus discos en estudio. En directo son un fraude.
    Hardline- era mi cuarta vez. La mejor de todas dentro de la gravedad. Entiendo que la gente del melódico saliera contento con su actuación. El sonido fue bueno y tocaron temas ganadores. Pero como soy un tocahuevos hay cosas que no me convencen. La primera es que Gioeli es un vocalista maravilloso. Llega a todas las notas y traspasa cualquier muro, pero es demasiado rudo como frontman. Sus movimientos de oso desbocado no me pegan con la música. Preferiría más finura en el escenario. Algo que han mejorado son los coros. Antes los pregrababan, ahora nos los hacen, sin más. Dejan que el público los cante, o Del Vechio hace alguna parte. Me parece más honesto. Por otra parte siguen pecando, supongo que debido a la falta de ensayo, de un set desequilibrado. Parten el show dos veces con cuatro baladas, tocando 53 minutos, y nunca coges el ritmo. Cuando parece que te calientas, te apagan.Aún así en eso han mejorado bastante. Antes hacían solos de batería, teclados y guitarra, y aburrían a las ovejas. Ahora lo omiten y le dan más continuidad a los temas. He visto bolos que tardaban dos minutos en continuar entre canción y canción. Y otra cosa que veo que voy por conducción contraria. Cerraron con «rhythm from a red car». El riff sonaba pobre, no era contundente, poderoso, como el original de Schon. Y eso es porque Josh Ramos es un guitarrista de notas melódicas pero muy pobre. Dando sensación que faltaba otro guitarrista, cuando eso lo coge Meniketti y te rompe los tímpanos. No me gusta nada este chico. Y no entiendo el porqué se le sobrevalora tanto. Notas bonitas pero opacas. Luego llegó el alemán y todas las comparaciones son odiosas, pero era como comparar a Messí con un cadete del Tartalés de Cilla. En definitiva , reconozco que me sorprendieron, pero es que he visto tocar hasta dobles bombos con Terrana, y cualquier mejora ya era algo positivo. Ha sido su mejor actuación de largo pero están a años luz de ser una banda. Gioeli eclipsa su realidad.
    Schenker- Fuera de valoración. No pega en un festival de titiriteros. Pero claro, lo he visto tantas veces que sólo puedo decir que me tomé una cervecita a lo lejos y sentí que hay músicos que están por encima del bien y del mal. Los melódicos de turno, que sólo les gusta los 3 discos comerciales de su etapa americana, salieron disgustados. «Sólo tocaron 4 temas de la época de Robin!!. Y qué esperaban? Al menos disfrutad de un guitarrista con mayúsculas que ha vuelto a su mejor nivel. !Yo le he tenido que aguantar hasta irse del escenario a los 20 minutos totalmente borracho!. Por otra parte, Robin demostró que es el mejor vocalista que ha tenido. Ni Barden, ni Doogie White, ni Grahan bonet… hasta los clásicos de Ufo los bordaba. Aunque en su debe hay matices de sus agudos que no me encandilan nada. En general una actuación de la banda con notable alto.

    En definitiva, un festival que empezó en varios aspectos por la falta de ética de su promotor , a mi juicio, sólo acabó mereciendo la pena por la voz de Gioeli y un guitarrista con un talento descomunal.

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  3. Gracias por vuestras crónicas, yo aunque no he ido a muchos conciertos ni festivales también me gustaría dar mi opinión que espero sea tan respetable como las vuestras.
    Por cierto, Jesús, ahora que veo tu foto recuerdo que te vi por la sala :)
    – Atlas me parece una gran banda pero creo que no encaja con el resto de bandas que tocaron en el festival, pienso que la organización debería haber buscado una banda más adecuada para una sustitución tan importante.
    – No conozco mucho a Crazy Lixx pero me gustó su actitud y su música sonaba bastante bien. Fue un show entretenido.
    – Treat era la banda por la que fuí y no me defraudó en absoluto. Tengo que decir que a mí no me pareció ni que hicieran playback, ni pregrabaciones, ni coros pregrabados y casi ni me enteré de los problemas con el micro. Era la primera vez que los veía y me sonó todo muy bien y muy real. De todas formas, he de admitir que tampoco me hubiera molestado que hubieran usado pregrabaciones en casos muy puntuales (como hacen otras bandas) o coros pregrabados si ellos fueran incapaces de hacerlos (no le veo sentido a que tengan que contratar coristas) y que les critiquemos por el tema de los coros me parece contraproducente para los que nos gustan ya que las próximas canciones que compongan intentarán que tengan el menor número de coros posible hasta que finalmente desaparezcan de su repertorio.
    Su actuación duró alrededor de 58 minutos y como empezaron 2 minutos tarde terminaron a la hora programada.
    También soy fan de Jamie Borger, yo lo vi muy activo y con ganas de agradar al público, al igual que el resto del grupo.
    – Hardline estuvo muy bien también, me gustó casi tanto como Treat, y eso que no los sigo demasiado.
    – A Michael Schenker me hubiera gustado quedarme pero me tuve que ir porque se me hacía tarde.
    Si vuelvo el año que viene me compraré la entrada la última semana, cuando ya estén los grupos y los horarios confirmados.

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  4. Imagen de perfil de Mendo

    Jesús, me parece muy respetable tu opinión, pero me pregunto si por gioeli y schenker te mereció la pena la kilometrada y el gasto. Yo creo que no. No creo q nadie vaya a un concierto sin expectativas de divertirse y o tu no las tenías o no vimos lo mismo. Una estafa son los suaves, ac/dc o bonfire q siguen estirando el mito y a la gente no parece importarle y atraen 100 veces más público. No creo que treat estafen a nadie por que o no en una medida cuantificable. Hubo cosas raras, pero nada más.
    Crazy lixx no son adolescentes, son jóvenes y tienen una energía que nosotros ya no tenemos. Creo que grabarán muchos discos más pero nunca serán populares por que el público es demasiado mitómano. Hardline tuvo unos estupendos coros cortesía de Del Vecchia.
    Fernando… mirate el vídeo de 2006 de treat cuando se reunieron y compara como interpreta borger. Ya en Ghost of graceland se le nota mucho más simplista en su forma de tocar y el sábado también tocó asi.
    Gracias por vuestras enriquecedoras opiniones.

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  5. Imagen de perfil de Jesus

    Sólo compré la entrada por Snakes in Paradise. Esa es la única realidad. Has acertado cuando dices que no tenía ninguna expectativa. Pero, al final, con la entrada comprada y las ganas de ver a gente que hacía tiempo no veía, no me quedó más remedio que desplazarme.

    En fin, yo he visto a Treat en el Firefest hacer play back en toda la extensión de la palabra. Para mi eso ya es suficiente para tacharlos de mi lista. Mi nivel de exigencia, después de cientos de bandas vistas, es muy alto. No perdono esas tropelías. El otro día llevaban coros pre-grabados, como siempre. Y hubo cosas raras . Pero como escuché a la brujita un par de gallos, imaginé que en esta ocasión no iban a repetir lo que ya es habitual. Luego me marché a pasear por la sala. No pierdo el tiempo viendo paripés. Pero entiendo que la primera vez se ve a las bandas con otro cariño, y los análisis tienen más que ver con nuestras emociones que con la calidad real.

    Ya he dicho que hubo coros por parte de Del Vechio. Pero se dejaba muchas partes y dejaron cantar al respetable. Medida que me parece un acierto porque es más honesto. Ésta ha sido la única vez, de las que los he visto, que lo han hecho así.

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  6. Imagen de perfil de Espartaco

    Felicitaciones por la crónica, Mendo! Me han gustado mucho tus visiones y la verdad que tengo muchas ganas de asistir al Kalos II! Si finalmente se hace..todo parece indicar que si! Saludos!

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