Clásico con energías renovadas.
Por Ángel Saint & Sinner.
Regreso de James Christian y su «casa de los lores» con un álbum excelente. Sí amigos, no pensaba que podría decir esto, pues hace tiempo que los discos de uno de los mejores grupos de hard rock no pasaban de correctos. Sé que es casi imposible superar su trilogía inicial, y ahora tampoco lo consiguen, pero sí que han compuesto uno de los mejores trabajos de los últimos años. A James Christian y su fiel escudero a las seis cuerdas desde hace muchos años, Jimi Bell, se les une ahora el increíble teclista Mark Mangold (Touch, Drive, She Said, Flesh & Blood) y el batería Johan Koleberg (Wolf, Therion, Lion’s Share), y juntos han lanzado un disco que recorre todos los caminos del rock melódico por los que House Of Lords lleva tiempo transitando.
La voz de James es el faro que ilumina cada composición y la brutal guitarra de Jimi la encargada de darle forma a las melodías ya sean vibrantes y crudas como se muestran en ‘Road Warrior’, melódicas y pegadizas como las de ‘Saints And Sinners’, al AOR que se muestra en ‘Take It All’ o en la melosa ‘House Of The Lord’.
En la mencionada ‘Road Warrior’, en ‘Roll Like Thunder’ y ‘Razzle Dazzle’ se nota la sombra de Purple con unos sonidos hammond con detalles brillantes a manos de Mangold y unas guitarras incisivas como se muestran también en ‘Dreamin It All’. ‘Takin My Heart Back’ es orgánica y dura con riffs potentes y teclados incisivos.
Una de las joyas del disco sin duda es ‘Mistress Of The Dark’, en la que Christian tiene un rango vocal altísimo además de estar decorada con retoques progresivos dándole un toque épico.
En la zona baladística nos encontramos con ‘Avalanche’, una canción tierna, dulce y hecha para romper corazones de metal.
Lo dicho, un álbum variado, compacto y elegante que nos devuelve la esperanza de recuperar a uno de los pilares del hard rock melódico americano.
HOUSE OF LORDS:
JAMES CHRISTIAN: Voz
JIMI BELL: Guitarra
MARK MANGOLD: Teclados
JOHAN KOLEBERG: Batería
