Sala Santana 27, Bilbao.
Por Óscar L. González “Mendo”.
Como era de esperar por la época en la que estamos, la noche no acompañaba en lo climatológico, lloviendo y con un frío que pelaba, ni la fecha, ya que después del martes viene el miercoles, lo cual incidió bastante en que la entrada fuese pobre teniendo en cuenta el cartel, con dos de los grupos sensación del rock melódico sueco actual que no son otros que H.E.A.T y degreed más los desconocidos para mí Black Diamonds que son suizos. Dentro de las salas de conciertos no hace frío ni llueve y por perder dos horas de sueño nadie se ha muerto, pero es lo que hay… el sofá y la tele tienen las de ganar un desapacible martes de noviembre. Ellos se lo pierden.
Era pues una oportunidad única de ver a dos de mis grupos favoritos de una tacada y no la desaproveché. Como dije antes, el aforo se cubrió en un tercio escaso cuando tocaban los cabezas de cartel, mientras que a los suizos, apenas les vimos 100 personas. Las 3 bandas gozaron de un estupendo y moderado sonido mérito de la fantástica acústica de la Santana 27 y del técnico Andreas.
Hacia las 19:30 Black Diamonds iniciaron su actuación, siendo su propuesta un Hard Rock con bastante influencia de GN’R y de grupos de ese estilo. Técnicamente son buenos y así lo demostraron y sus canciones pese a ser desconocidas para la mayoría, consiguieron templar al escaso público que había en la sala, sobre todo con su versión del «Rock and roll music» de Chuck Berry a todo trapo. Otra banda a la que habrá que seguir.
Tras el oportuno cambio de platos y demás en la batería (este backline lo compartieron las dos primeras bandas) saltaron a escena degreed y su fresca propuesta musical. Es una banda que injustamente no tiene mucha popularidad y es raro que giren tan lejos de su entorno, no obstante, demostraron que el directo al igual que el estudio se les da de maravilla.
Durante las primeras canciones la voz de un orondo Robin sonaba demasiado a garganta, cosa que desapareció cuando calentó la voz y también hubo problemas con el teclado inferior de Micke, pero a pesar de ello, sonaban como una apisonadora, junto al fantastico guitarrista Daniel (que fue un gran apoyo a las voces) y el baterista Mats, al que no le vimos el rostro apenas… vaya máquina.
Durante «Captured by the moment» giré la cabeza para ver como se lo tomaba el respetable y en la mayoría, cantaran o no, se veía una sonrisa o un asentimiento con la cabeza. Creo que gustaron incluso a los que no les conocían y me queda la pena de que posiblemente, no les pueda volver a ver, aunque ya están con una buena discográfica como Gain y con un buen Management. Espectaculares degreed que dieron un repaso a sus 4 discos en los apenas 45 minutos que duró su actuación, aunque incidiendo bastante como es lógico en su reciente y homónimo disco, que dicho sea de paso, es buenísimo.
Sobre las 21:30 horas, inició H.E.A.T su actuación con «Bastards of society» cuyo exigente estribillo a nivel vocal nos mostró al torbellino Erik Grönwall poniendo el micro al público, ese viejo truco del que tanto abusan los cantantes que rozan el agotamiento y de los que no pondré ejemplos porque son bien conocidos… «empezamos bien» pensé. El tema sonó cañon y los 4 miembros restantes se dejaron la piel en los coros para compensar. El retorno de Dalone a la guitarra no supone ningún cambio en cuanto al sonido del grupo y es tan bueno como Rivers que veremos si retorna para el siguiente disco y gira.
Algo le pasaba a Erik y 40 minutos después lo descubriríamos contado por él. Sufrió como no os podéis imaginar para cantar los temas del primer disco como la estupenda «Straight for your heart» y poco a poco intentó venirse arriba sin llegar a cantar como nos tiene acostumbrados aunque por entrega no iba a quedar, eso estaba claro. Es un showman como pocos y tiene recursos para salir del mayor marrón para un cantante como es tener mal la voz.
Durante la «eurovisiva» «1000 miles» subió al escenario a un chaval de la primera fila que no tendría más de 11 años que cantaba las canciones como si no hubiese un mañana… y le quitó el micro de la mano al rubiales. No cantó muy bien, pero las risas fueron de órdago y se sabía la letra al dedillo. Resulta que hace 3 años y como atestiguaba su camiseta, ese chiquillo estuvo en la misma sala viéndoles, y también debió subirse al escenario (aunque yo no lo recuerdo) lo cual incrementó las risas de Erik y las del público.
Antes de acometer la sobrevalorada «Beg Beg Beg» Erik se confesó y dijo que tenía la voz mal por un catarro. Se disculpó varias veces a lo largo de su discurso mientras maldecía como un niño pequeño… «quítame la ropa, all messed up… cabrones» y la peña nos partíamos la caja de risa. Una circunstancia que podría haber acarreado que la gente se fuese, provocó más simpatía si cabe hacia el voceras por su muestra de honestidad. En su mitad acabó subido a la barra del bar al ritmo de «Whole lotta Rosie». Muchos pensábamos que esa era la traca final y que se iban a retirar, pero no, todavía quedaba más de media hora de concierto durante el cual, Erik dió volteretas, boxeó al aire e hizo lo indecible para compensar al público. Sus compañeros iban a lo suyo, como si nada ocurriese, descojonándose cuando confundió el micro con la cerveza que estaba bebiendo.
El solo de batería de Crash fue original a tope, al ritmo de «Flash» de Queen y perfectamente sincronizado con las pausas. Una máquina Crash.
Aún restarían hits atemporales como «Breaking the silence» o la desnuda «We rule» en la cual Erik sufrió como no puedo describir al estar solo acompañado por un piano. Agradeció la colaboración del público «hemos hecho el concierto con vosotros, gracias». «Living on the run» sonó como un cañón y la que fue el hit del concierto «In and out of trouble» acabó con la poca voz que me quedaba.
Para los bises quedaron «A shot at redemption» y la presuntamente elegida por alguien del público «Inferno» con la que acabaron prometiendo volver a Bilbao en condiciones mejores con una riada de aplausos bien merecida.
Un ejercicio de honestidad y esfuerzo por parte de un grupo que es imposible que caiga mal a nadie y que creo que satisfizo a los presentes, al menos, las 4 personas que me acompañaban así lo aseguraron, con una estupenda selección de canciones de sus 5 discos que casi duró hora y media.
Grandísimos H.E.A.T un grupo al que nunca me cansaré de ver en directo, aunque vengan en un día de la semana que no exista.
Set list H.E.A.T:
1. Bastard of Society
2. Late Night Lady
3. Mannequin Show
4. Straight for Your Heart
5. Redefined
6. Blind Leads the Blind
7. Into the Great Unknown
8. 1000 Miles
9. We Rule / Time on Our Side
10. Beg Beg Beg (con parte de Whole Lotta Rosie de AC/DC)
11. Crash Drum Solo
12. Breaking the Silence
13. Eye of the Storm
14. Best of the Broken
15. A Shot At Redemption
16. Point of No Return
17. Inferno