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HAREM SCAREM «Change The World» (Frontiers Music, 2020)

HAREM SCAREM «Change The World» (Frontiers Music, 2020)

Empujado hasta el límite del máximo placer musical.

Por Javi Segura Ruiz.

 

Repasando mi reseña de United, comenzaron a abordarme dudas acerca del período estimado que ha de transcurrir para publicar tus impresiones sobre una novedad musical; puedes destripar un sinfín de veces esas canciones, “a tu ritmo y sin prisas” como siempre nos insiste nuestro jefe en Ciudadano Rock, pero con el transcurrir de los meses e incluso años percibes que un disco necesita no tan sólo una considerable cantidad de audiciones en un determinado y corto espacio de tiempo, sino también precisamente de ello, o sea, tiempo más prolongado para que todos sus matices calen profundamente y puedan surgir nuevas perspectivas dependiendo en buena medida también de tus diferentes e impredecibles mood swings que hacen más fascinante y estimulante si cabe el arte de la música.

Otra duda que me planteaba enlazaba directamente con la entrevista que nos concedió Pete Lesperance y la interesante reflexión que nos formulaba nuestro compañero Joserra acerca de aquellas cosas que se pierden por el camino cuando un artista, (en este caso los canadienses), crea ese tipo de composiciones que sabe por anticipado que van a complacer tanto a su sello discográfico como a gran parte de sus seguidores pero que, a la vez, va en detrimento de una más que posible renuncia artística a ideas innovadoras.

Aun entendiendo perfectamente el concepto planteado por Joserra, considero que con United Harem Scarem continuaron ampliando su campo de acción melódico con nuevas vueltas de tuerca formidables que combinaron con otros temas más predecibles, (no casualmente también quizás los menos logrados).

”Bite the Bullet”, “Sinking Ship”, “Gravity”, “No Regrets”, “Here Today Gone Tomorrow” y “United” los he escuchado en menos de tres años proporcionalmente igual o incluso más veces que los clásicos de décadas anteriores, por lo que dicha obra es ya absolutamente imprescindible en mi vida aunque tan solo sea por un porcentaje de canciones ligeramente superior a la mitad de la misma.

¿Conseguirá Change the World provocarme esas mismas sensaciones? Pongámonos a valorarlo.

No creo que el tema-título sea el más representativo del disco, pues considero que hubiera quedado mejor encajada a mitad del mismo; su ritmo es reposado a la vez que risueño y con muy buenas melodías iniciales, pero su estribillo lo considero bastante simple y anodino, más aún con lo repetitivo que resulta en la segunda mitad de la canción, (eso sí, con el gran solo de guitarra, Lesperance ya nos avisa de que vayamos preparando bien los tímpanos para lo que se nos avecina); ni la aparición de Tony Harnell en los coros del tramo final creo que aporte demasiado, (¡qué diferencia tan abismal con lo que hizo Jeff Scott Soto en “Bite the Bullet”!).

Mejor carta de presentación hubiera sido “Aftershock”, pues esos acordes principales de guitarra así como las estrofas iniciales de un Hess pletórico se te van a incrustar sin compasión en las entrañas; Pete realiza uno de esos típicos solos patentados estructurado en dos partes, la primera de ellas ralentizada y con espacios que se une a una segunda más acelerada y explosiva; Harem en estado puro como también vas a dilucidar al instante en “Searching for Meaning”, pues prosigue con idénticos patrones y adicción melódico-rockera de su predecesora.

Con “The Death of Me” I’ve been pushed to the limit y lo hará contigo también, por lo que si se te pasa por la cabeza oponerle la más mínima resistencia harías bien en declinar el intento; el primer single comienza con esas guitarras tormentosas de Lesperance, (sensación incrementada por las escenas del vídeo) y unas estrofas y estribillo memorables; todo ello más ese toque diferente que sólo ellos saben realizar hace que probablemente sea el tema estrella del disco.

De vez en cuando destilan parte de sus influencias queenescas y aquí lo vuelven a hacer con “Mother of Invention” aunque… a medias; y es que ese comienzo de voz y piano a lo “Never Have It All” anhela reunirse rápidamente con un estribillo más clásico y encasillado dentro del estilo de la banda; mención especial a la estrofa que introduce el solo; no tendrá la maestría de la joyita publicada en 1998 dentro de Big Bang Theory, (hasta dicho solo de Pete parece querer emular aquel mastodóntico del tema mencionado), pero es absolutamente disfrutable.

“No Man’s Land” resulta algo más novedosa con ese ritmo pesado y guitarras asfixiantes que parecen augurar un tema oscuro, pero las armonías vocales reconducen la situación hacia la vertiente melódica, especialmente con un bridge y estribillo gloriosos.

Los parámetros más estandarizados del hard aor melódico vuelven a encontrarse en “In The Unknown” pero, claro, si esos clichés caen en manos de estos músicos y encima Mr. Lesperance se marca uno de los solos más destacados, (de ritmo inverso al de “Aftershock”), el resultado final no puede ser menos que impecable; un tema que hará las delicias de los más acérrimos defensores de su ópera prima editada en 1991.

¡Cómo mola el rollete que transmite “Riot in my Head”! Las guitarras marchosas de Pete enlazan con fraseos de Hess ligeramente atípicos, (una mezcla de Phil Lynott y Scott Soto si se me permite la extraña mezcla comparativa); ¡se me van los pies, las caderas y hasta la barriguita cada vez más pronunciada que comienzo a acumular con la revuelta que este trallazo rockero percute mi cabeza! Sin duda una de mis favoritas.

Hay temas de los Scarem que desprenden un aura mágica y melancólica difícil de explicar; ello me ocurre con la preciosa balada “No Me Without You” donde su estribillo evoca grandes momentos de Higher y con otra introducción al solo muy elegante ¡cautivadora!

Tras este ligero respiro más te vale que vayas cogiendo aliento de nuevo, ¡pues los dos últimos y enérgicos temas de hard rock son de traca!

Puede que el comienzo agresivo y entrecortado de “Fire-Gasoline” te deje algo descolocado, pero cuando comienzan a desbocarse las diferentes y fantásticas armonías volverás a situarte de pleno en el contexto del álbum; cuando se juega con fuego y gasolina solo cabe incendiar tus neuronas con un temazo intenso lleno de fuerza y vitalidad.

¡Soberbia “Swallowed by the Machine”! Las guitarras iniciales vuelven a evocar ese aire místico que desprendían en “The Death of Me”, Hess interpreta con un cóctel de pasión, rabia y melancolía todas y cada una de las fantásticas melodías y, por cierto, ¿recuerdas el inicio del brutal solo de “The Paint Thins”? (si no es así aprovecha y le metes un buen repaso a Voice of Reason y verdadera obra maestra del grupo); pues aquí Pete parece querer rememorarlo… no hace falta decir más.

Parecen no pasar los años para Harold Hess; es increíble como continúa en pleno estado de forma atravesando tu piel con esa manera tan fascinante de interpretar… ¡inmenso!

Creighton Doane a lo suyo, o sea, realizar una impecable labor con la batería y desaparecer de los directos y hasta de las fotos de promoción; Stan Miczek ha dejado su lugar en el bajo a Mike Vassos como ya ocurría en los últimos conciertos y Darren Smith se encarga no sólo de la batería en las giras sino de seguir aportando su labor vocal en los coros, absolutamente indispensable para ese sonido tan reconocible.

¿Y qué decir de Peter Lesperance? Ese protagonismo que él mismo reconocía haber recuperado en United continúa manteniéndolo pues también lo requiere la energía de las canciones; mi nivel de exigencia con uno de mis dioses de las seis cuerdas quizás haga que siempre espere algo más de él, pues son muchas las ocasiones que parece caer en el auto plagio pero, como siempre digo, un guitarrista lo es mucho más allá de sus solos, (aunque, no me malinterpretes, aquí siguen siendo tremendos) y Pete siempre “llena” las canciones con riffs y arreglos perfectamente identificativos.

Podría recurrir a tópicos y frases trilladas tales como que es el disco más equilibrado y coherente que han realizado en los últimos años… y lo voy a hacer, porque realmente pienso que es así; tras su despertar de los últimos años, creo que son las composiciones ideales, (incluyendo la duración media de cuatro minutos de todas ellas) en este momento de la trayectoria del grupo; además de que no hay altibajos, (exceptuando quizás bajo mi particular visión el tema homónimo), es un disco repleto de garra y energía positiva con un resultado global homogéneo y el sello total e inconfundible de la banda de principio a fin.

Change the World va directo a la yugular y desenvolviéndose en su integridad en ese terreno en el que Harem Scarem son los putos amos; a cuentagotas aparecen concesiones a ideas más innovadoras, (como por ejemplo ocurría con las magistrales “Gravity” y “Bite the Bullet” de United), pero aun así siempre encuentran esa vertiente en la que son únicos y diferentes.

Con el paso del tiempo y esos distintos estados de ánimo que comentaba al principio, veremos en qué lugar me queda situado Change the World pero, más allá de aquellas posibles renuncias artísticas por parte de los músicos, a lo que yo no pienso abdicar en absoluto es a disfrutarlo tal y como se merece.

Hess y Lesperance saben de antemano que Change the World va a estar en el TOP de todas las listas a finales de año, Frontiers se relame de gusto con ello y la inmensa mayoría de seguidores de los de Ontario van a gozar de lo lindo; y lo más importante de todo es que ellos creen en lo que hacen y lo ejecutan con pasión, así lo transmiten, (incluyendo sus directos por más que alguno critique incomprensiblemente su actitud) y hace más grande todavía a esta genial banda.

Casi 30 años después Harem Scarem siguen realizando música de una calidad sublime, sensación que aún se disfruta más cuando en algún momento llegamos a pensar que los habíamos perdido; se me ponen los vellos como escarpias pensando en la trascendencia que me supone seguir alucinando como un poseso con sus nuevas creaciones tras tantos años desde su debut; todo ello lo veo plasmado en una situación que viví estos días mientras escribía la crítica: escuchando y brincando con “No Regrets”, mi hija de seis añitos que andaba pululando por la casa haciendo sus cosillas, vino y me dijo “papi, me gusta”… mi respuesta fue tan simple y espontánea como disparada desde el alma y resume mis particulares casi tres décadas unido a la banda: “son mis Harem Adriana, son mis Harem”

¡Qué grande es SENTIR la música como si te fuera la vida en ello!

Harem Scarem - CHANGE THE WORLD cover
HAREM SCAREM:
HARRY HESS: Voz, coros y teclados
PETE LESPERANCE: Guitarra
CREIGHTON DOANE: Batería
MIKE VASSOS: Bajo
DARREN SMITH: Coros

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2 Comentarios

  1. Imagen de perfil de Joserra

    Después de serenarme tras leer la crítica para alcanzar la paciente espera hasta escuchar el disco, tengo que decir que me resulta emocionante leer la reseña de Javi. No sólo por el análisis del álbum, tan meticuloso por parte de un indudable conocedor de la obra de los canadienses, sino por haber acertado al transmitir la importancia de la presencia de la música para muchas personas y del sentido que tiene nuestro trabajo en Ciudadano Rock.
    Si por algo merece la pena la dedicación a esta página por parte de todos los redactores es, entre otras cosas, porque suponemos que hay alguien más a quien este arte le importa tanto como a nosotros. Los aficionados al rock no se van a perder la nueva obra de Harem Scarem, como bien claro ha expuesto Javi, pero tampoco deberían privarse del placer de leer su reseña.

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  2. Imagen de perfil de starbreaker

    Muchas gracias por tus palabras Joserra.
    Comparto de pleno tus palabras acerca de esa pasión y dedicación que nos une y nos empuja a compartir nuestras impresiones con todos aquellos que nos lean independientemente de que puedan estar más de acuerdo o no en nuestros puntos de vista.
    ¡Qué ganas tenía de volver a escribir!
    Mis tres primeras reseñas en 2020 me sirvieron para quitarme el «mono», pero sin duda alguna ésta me lo ha terminado de aliviar, aunque también los Harem me lo han puesto fácil con la calidad del disco.
    Un saludo.

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