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Por José Ramón González.
Puede parecer una hipérbole inconcebible si tenemos en cuenta el nivel de excelencia en el que se mueven en la última década, pero Europe han grabado, de nuevo, su mejor disco. Éste podría ser, si observamos su portada, pero sobre todo su contenido, su black álbum, su obra maestra, su obra más depurada, más madura, en la han exprimido todo su talento, su inspiración y en la que han llegado a la cúspide de una cumbre a la que empezaron a escalar a finales de 2006 cuando publicaron el ya clásico Start from the dark.
Escuchando Walk the Earth uno no puede dar crédito ante tanta magnificencia. Me gustaría saber cómo se hacen canciones así, cómo se consigue un sonido tan brillante, tan inspirador, cómo se consigue transmitir esa sensación de plenitud artística. Porque los cinco músicos están magníficos, desde la discreta contundencia de John Leven y la inquebrantable seguridad de Ian Haugland hasta la insuperable interpretación de Joey Tempest quien jamás ha cantado tan bien como en este disco. Su capacidad para superarse no tiene límite, su versatilidad para adaptarse a diferentes estilos es asombrosa. Y lo de John Norum ya es de maestro indiscutible de la guitarra: cuanto menos protagonista es más destaca. Porque en este disco, el protagonismo se lo lleva Mic Michaeli y su teclado. Venía diciendo estos años que en los últimos disco había encontrado su lugar finalmente en el sonido de la banda, sin embargo es en esta obra de arte en la que suena donde y como debía sonar. Es él el que da el tono al grupo, el que nos hace pensar en Deep Purple, en Procol Harum o en Uriah Heep, e incrustado en el conjunto consigue que la banda suene como un ente gigantesco en el que lo pasado suena contemporáneo y lo contemporáneo clásico.
No hay desperdicio en este artilugio letal para los que padecen del corazón, incluidas esa pieza extraña consanguínea de la psicodelia titulada “Wolves” y esa otra infernal que lleva el título de “Haze” que podría pintarse de rojo y humo denso. Sobre el single poco hay que decir excepto que para el que no lo haya hecho que lo escuche ya, pues es una composición llena de épica y emoción reservada sólo para elegidos y que parece crecer cada vez que se escucha. Lo mejor es que no es la mejor. Es una obra que parece concebida para ser escuchada como tal y no como una simple colección de canciones sueltas, y en esto habría que destacar la excelente producción y la mezcla a cargo de Dave Cobb.
Como es así, me resulta inapropiado pararme a comentar lo magistral que me parece “The siege” con sus melodías árabes, o la barbaridad musical que brota de “Whenever you’re ready”, cómo vuelve a vibrar el espíritu de Thin Lizzy en “Kingdom united” o lo bellísima que es “Pictures” en la que palpita de manera extraña el aliento de David Bowie; y por lo tanto tampoco voy a comentar que “GTO” es una de las composiciones más salvajes e inspiradas de la carrera de los suecos en la que Tempest literalmente se la juega, ni que “Turn to dust” está llena de magia, misterio, emoción y mística. Todo eso sería perder el tiempo porque no le haría justicia a una obra que está más allá de las palabras que se puedan decir de ella.
EUROPE:
JOEY TEMPEST: Cantante
JOHN NORUM: Guitarra
MIC MICHAELI: Teclado
JOHN LEVEN: Bajo
IAN HAUGLAND: Batería
Anap
No hay desperdicio en tus crónicas.
Apasionadas y certeras, como siempre.
Lord AOR
Vaya Joserra, esperaba que te gustara, pero no de manera tan bestial. Estuve en París hace unas semanas y como no he podido leer tu crítica hasta ahora no lo compré. Lo ví a un precio muy barato y sabía que merecería la pena pero pensé…» y si Josera no lo ha puesto muy bien en su valoración?» (ví hace tiempo que se colgó la Review pero no la pude leer hasta hoy). Total, ya me lo compraré jaja