Hard rock vanguardista de gran nivel y variedad.
Por Javi Segura Ruiz.
No hace ni dos meses que tan siquiera sabía de la existencia de este grupo cuando llegó a mis oídos “Global Warning”, su anterior trabajo que fue editado hace ya nada menos que una década y que me dejó gratamente sorprendido desde sus primeros acordes; hard rock británico repleto de grandes melodías, guitarras contundentes y de gran nivel a cargo de Julian Nicholas y la fantástica voz de Jeff Ogden; temas como “Dangerous Times”, “Meltdown”, “Pray For Rain”, (¡impresionante Nicholas!), “Made That Way” o “Need a Little Loving”, (¡lo de Julian aquí ya es de traca!) así lo certifican, pero puedo asegurar que merece la pena la escucha íntegra de todo el CD… ¡discazo!.
No son precisamente Burn una banda que se prodigue en su paso por los estudios de grabación, pues hemos de remontarnos hasta la primera mitad de los 90 para encontrar el resto de su discografía, dos discos completos y un EP en los que también cantaba Jeff Ogden, mientras que los hermanos Marc y Barney Stackhouse se encargaban del bajo y teclados respectivamente.
Son éstos últimos precisamente los únicos supervivientes de la formación, pues el lugar de Ogden lo ocupa actualmente Steve Newman, conocido principalmente por varios álbumes de AOR en solitario, mientras que a las seis cuerdas se ha incorporado otro hacha de gran nivel como es Chris Green, quien se ha dado algo más a conocer al grabar “Reach”, el último trabajo de Tyketto, pero ya participó anteriormente en interesantes bandas como Pride, Rubicon Cross y Furyon.
Una lástima por los que se fueron, pero viendo sus sustitutos y el nivel de “Global Warning” las expectativas tras tantos años con este “Ice Age” no podían ser cuanto menos bastante elevadas.
Precisamente al mencionado CD parecen querer rendir tributo, pues de igual modo se llama la envolvente intro de sintetizadores con la que comienzan y en la que ves venir la explosión que te va a caer encima en cualquier momento como así ocurre cuando enlaza con “Irontown”, donde las metaleras guitarras de Green recuerdan al sonido que desprendían en “Gravitas” grabado con Furyon; Newman ya deja claro y de primeras que no vamos a echar en falta a su predecesor con esa voz ronca y poderosa, (de hecho son voces similares y ambas me recuerdan a la de Neville MacDonald de Skin), mientras que Green va por el mismo camino con un extenso y magnífico solo.
Muy comercial el single de adelanto “Jealousy” pero… ¡joder, como mola! Esos “hey, hey” son más viejos que el dolor de muelas pero todo suena fresco, un estribillo lleno de chispa, un justo toque modern de teclados y Newman que te tumba llenando todo con su registro vocal.
Green retoma su sonido más contundente en “Hate”, donde encontramos un estribillo machacón y agresivo que contrasta de modo casi irónico con los “na, na, na” con los que se alterna, mientras que en “Sink Together” nos sorprenden con un ritmo pesado y vacilón tras una relajada intro de teclados, a la vez que unos sutiles acordes preceden el espectacular solo de guitarra.
Sonidos acústicos acompañan a Newman en gran parte de “The Girl Who Wanted Everything” para aparecer guitarras y batería en el tramo final tras nuevamente unas interesantes orquestaciones de Barney Stackhouse; en cambio con “Live Again” aparece por primera vez el hard rock en su vertiente más puramente clásica combinado con un sonido moderno y uno de los solos más melódicos de Green.
Piano y la voz de Steve en su registro más grave son los únicos protagonistas de la balada “Wasteland”, el tema más relajado del disco y basado principalmente para que el fantástico vocalista se recree a sus anchas y con suma elegancia.
Proseguimos con los sonidos clásicos como así testifican los Hammond que nos introducen en “Love Song”, un corte de ritmo pesado donde el elegante y potente registro de Newman vuelve a destacar por encima de todo.
El vibrante ritmo y riff de “Twenty Twenty” nos conduce hacia otro estribillo machacón y un sorprendente pasaje instrumental central de sonido épico medieval que precede al solo, misma estructura que encontraremos para finalizar el álbum con el tema homónimo.
“Punishment of Push” y “Payback” coquetean con descaro con los sonidos más cercanos al metal alternativo, especialmente en la segunda con un aplastante riff que firmarían los mismísimos Disturbed, (aunque casi idéntico al de “Sugar” de degreed); la primera de ellas resulta muy elaborada, con un groove de la sección rítmica realmente cautivador y en la que también destacaría los arreglos de teclados; las mencionadas guitarras de “Payback” son atronadoras, te atrapan sin contemplaciones y el solo de Green tiene un toque épico melódico realmente inspirado.
Uno de los puntos más destacados del disco es sin duda alguna el trabajo de teclados de Barney Stackhouse, (que además ha producido el álbum); todas las canciones disponen de muy variadas y confeccionadas intros, orquestaciones y arreglos; vale mucho la pena prestar total atención a su labor, pues es realmente genial y sorprendente, siendo la principal culpable de ese sonido vanguardista e incluso por momentos innovador que hacen de este “Ice Age” un disco de hard rock impregnado de sonidos modernos a la par que bebe de la más pura esencia británica, un trabajo tan variado que puede incluso costar encontrarle su justa medida y equilibrio, pero realmente desprende una cuidadísima elaboración, un gran nivel musical y por todo ello no cabe otra que recomendar de pleno su escucha.
BURN:
STEVE NEWMAN: Voz
CHRIS GREEN: Guitarra
PHIL HAMMOND: Guitarra
MARC STACKHOUSE: Bajo
BARNEY STACKHOUSE: Teclados