Vuelta a la vieja normalidad.
Por Carlos Bayón.
En este fatídico 2020 dos de los hijos pródigos del pequeño estado americano de New Jersey nos han mostrado sus nuevas obras, Bon Jovi a principios de octubre y el Boss a finales y como siempre, no han dejado a nadie contento.
En el caso que nos ocupa la supuesta vuelta al rock de la voz de los desheredados, de los olvidados de aquellos que no tienen voz, se queda a medio camino.
Es cierto que tras sus dos últimos trabajos eléctricos nos quedaba una sensación agridulce, una producción demasiada azucarada, rozando el pop y sin la personalidad que suele impregnar todas las obras del bueno de Bruce. Se notaba quizá la falta de sus compañeros de la E Street Band pero eso no debía ser nuevo ya que prácticamente ha editado más discos sin ellos que con ellos, y el último Western Stars dejaba un poso algo soporífero que gustó más a la crítica (a la que vuelve loca cualquier cosa que se haga en acústico aunque duerma a las ovejas) que al público, aunque también es cierto que mejoraba bastante en su versión en directo para el documental con el mismo título que se editó un año después.
Letter To You no sorprende a nadie que lleve siguiendo la carrera de este artista, si te gusta The Rising este te va a encantar ya que tienen bastantes cosas en común, los dos han sido editados en tiempos de crisis (COVID 19 este y los atentados del 11 de septiembre aquel) y los dos son la vuelta a trabajar después de mucho tiempo separados con su famosa banda de acompañamiento, y eso se deja notar en gran parte del disco.
Según han comentado algunos miembros, Letter To You es el resultado de apenas una semana de grabación, lo que lleva a pensar que tenían muy claras las cosas que querían hacer. Estamos hablando de unos músicos a los que no hay que explicarles ni enseñarles nada y donde en mi opinión sobresale sobre todo la figura de Little Steven que va dejando detallitos que parece que no se noten pero están ahí.
El disco empieza con un tema extraño que de primeras descoloca, “One Minute You’re Here”, tema acústico de los que Bruce hace con la gorra y que por ser el primero ya te deja con sensación de que mucho rock no nos vamos a encontrar, pero afortunadamente la cosa cambia por lo menos para los que esperen algo más eléctrico y salvaje del genuino Boss.
La cosa se anima un poco con el tema que da título, “Letter to You”, tema que podría estar en cualquier disco anterior, con una bonita base de piano y una guitarra con cierto toque surf.
Lo que sigue es una de las mejores canciones del catálogo más reciente, “Burning Train”, que a mí me recuerda una barbaridad al “Blood on Blood” de Bon Jovi, tema con garra, de los que hacen que merezca la pena pagar el precio del disco. Lo malo de canciones como esta es que no se prodiguen más a lo largo del disco. Temas así te reconcilian con la vida y la música y te hacen seguir a tus antiguos héroes por muy mayores que se hagan.
“Janey Needs a Shooter” me deja un regusto a “My City In Ruins” con algo más de velocidad, le lastra en demasía la duración pero la doble voz de Steven Van Zandt y la armónica le dan cierto interés a la canción.
“The Power Of Prayer” se da un aire a “Girl With The Summer Clothes” con un saxofón que recuerda al grandullón de Clarence Clemons, en este caso tocado por su sobrino y que trae gratos recuerdos pasados, pero es un tema que no me dice nada, me suena simplón.
La sencillez del piano de “House Of A Thousand Guitars”, con un punto de tristeza y nostalgia que también está en gran parte del álbum, nos traslada a cualquier pasaje de Darkness On The Edge Of Town.
El comienzo árido y triste para coger carrerilla y acelerar de “Rainmaker” recuerda a los mejores momentos de The Rising con el que ya he dicho que tiene muchos puntos en común.
“If I Was The Priest” no habría desentonado en Born To Run que, junto a “Song For Orphans” y “Janey Needs a Shooter” las ha recuperado de los tiempos anteriores a la publicación de su primer disco Greetings From Asbury Park.
“Ghost” vuelve a mostrarnos lo grande que es cuando se suelta las riendas y da alas a los sonidos más eléctricos y veloces, junto a “Burning Train” lo mejor del disco. Los coros finales, que parece que estén de fiesta, te levantan del asiento y te dan ganas de acompañarles.
Letter to You no sorprenderá a nadie, ni a los nuevos fans si de verdad hay alguien que no lo sea ya ni a los antiguos y fieles, está el Springsteen más genuino, el que se reúne con un grupo de amigos y suelta todo lo que tiene dentro, dando una personalidad propia al conjunto.
El disco suena nostálgico, al tiempo pasado, a ver de cerca la muerte, a sentir a los que ya no están, en momentos casi suena triste.
Puede que como he leído sea el mejor disco que ha sacado en los últimos 20 años, no sabría decirlo. Para mí Springsteen es como AC/DC, parece que siempre sacan el mismo disco pero todos tienen algo que les hace especiales, una armónica aquí, un saxo allí, una guitarra que acompaña, todos son perfectamente reconocibles.
El trabajo de la E Street es inconmensurable, después de tantos años se tienen pillado el truco y se nota sobre todo en el buen hacer invisible pero constante de Steve Van Zandt. Seguro que esa personalidad de la que dotan a las canciones es lo que se echa en falta en los últimos discos, son impersonales, en este no se nota quiénes son, ninguno por encima de los otros y todos al servicio de las canciones, de los arreglos.
En resumen, una vuelta al sonido más clásico del Boss, magnífico en su construcción e impecable en su interpretación con canciones sobresalientes como “Burning Train” o “Ghosts” que puede que fuera lo que le faltaba en sus anteriores propuestas.
Sí que es cierto que no tiene los altibajos de sus anteriores discos pero sigue habiendo alguna canción que otra con un aroma intrascendente y que por eso no llega al sobresaliente, pero por lo general un buen disco del sonido típico del Boss y que nos traslada en ciertos momentos a alguno de sus álbumes más clásicos y exitosos.
BRUCE SPRINGSTEEN: Voz, guitarras y armónica
ROY BITTAN: Piano
NILS LOFGREN: Guitarras
PATTI SCIALFA: Coros
GARRY TALLENT: Bajo
STEVE VAN ZANDT: Guitarras
MAX WEINBERG: Batería
CHARLIE GIORDANO: Órgano
JAKE CLEMONS: Saxofón