Carne, emoción y cerebro.
Por José Ramón González.
Hay nombres de bandas que ilustran no solamente una manera de hacer música, sino la naturaleza artística del mundo del que provienen (que me perdone Marsé). Baja California no ofrece lugar a dudas sobre su perfil para quien conozca la canción del grupo Uzzhuaïa. El sonido de esta estupenda banda asturiana le sigue el rastro al de los valencianos, aunque casi únicamente como punto de referencia, ya que su propuesta les lleva a explorar sus propios territorios donde instalan su nuevo álbum Horizontes.
La mezcla y producción de Daniel Sevillano es más que destacable, dando la relevancia pertinente a los bajos y haciendo brillar las voces, sin duda uno de los aspectos más logrados del álbum. Si uno quiere quedarse con lo más evidente puede disfrutar, y bien, con “Buscando más” o “Blanco y negro” en la línea de los citados Uzzhuaïa. En la primera el estribillo aparece como una iluminación, las guitarras pelean por hacer pleno y la incansable batería no deja que nadie se despiste. Sin embargo antes hemos pasado por “Trozos de cristal”: me gustan los discos que comienzan con una canción in crescendo, con unos tonos envolventes que conducen a un estribillo explosivo. Sonido moderno combinado con hechuras clásicas, guitarras con cuerpo, una voz sorprendente, coros bien trabajados y una base rítmica con pegada y ritmo.
Otra de las influencias más evidentes en las canciones de Horizontes es Bon Jovi, y lo es en muchos detalles del álbum, más patente en “Polvos mágicos”, pero sobre todo en “Horizontes”, excelente canción que cierra el disco. Muy Guns N’ Roses (más Slash que GnR diría yo) es “Reina de hielo”, más sencillita e irreverente en su letra para los tiempos que corren, lo que se agradece mucho, qué demonios. La comercialidad bien entendida e interpretada se materializa en “Blanca”, que se remata con la adición de unos maravillosos coros en un final fantástico.
La nostalgia aflora no sólo en la letra sino en el estilo musical de “Años atrás”, hard rock clásico que puede tener su origen en Sangre Azul pasando por montones de bandas del estilo (¿los primeros Beethoven R.?) o aquella maravillosa “Cuando éramos reyes” de Quique González, junto a Carlos Raya, de su primer álbum Personal. La concesión más clara a la comercialidad la encontramos en “L.A.” donde no es posible liberarse de las reverberaciones de MClan. Ésta sirve de contrapunto a la anterior “En el filo”, una de las composiciones más logradas del álbum, con un ambiente lleno de raíces setenteras y country hard rock, melodías sugerentes y menos conformistas. En el campo de la balada tampoco fallan, pues “Al otro lado” es una canción de indudable emoción a la que sólo cabría reprocharle la concesión a la artificialidad en su parte final: la subida del estribillo después del solo es, en mi opinión, innecesaria. La composición, para mi gusto, mantiene admirablemente la intensidad sin tener que recurrir a dicho recurso.
Es difícil que el buen aficionado rechace esta combinación de rock duro y melodías, sobre todo si el resultado es un disco tan bien hecho como Horizontes. Sus canciones poseen la virtud de permanecer en la memoria. Ya sé que la fórmula no es ningún descubrimiento, pero también es cierto que no es nada fácil encontrar bandas que acierten de un modo tan satisfactorio, y con casi nada que objetarles, como Baja California. Rock en español pegadizo y potente, tan inmediato en sus melodías como contundente en su base rítmica. Alcanzar la comercialidad no es excusa, en este caso, para rebajar la electricidad. Bien hecho.
BAJA CALIFORNIA:
MANU ROZ: Cantante
JAVIER MONGE: Guitarra
MIKI MÉNDEZ: Guitarra
FRANKY MARTÍNEZ: Bajo
DREST G. ARIAS: Batería
